Monkee Koffee: un café único en Chamberí

Por Noemi Megustamibarrio @megustamibarrio

Sería una tremenda redundancia decir que Monkee Koffee va al grano pero es la verdad verdadera. Esta nueva cafetería de Chamberí apuesta por la calidad del café, por ofrecer un café único en todo Madrid (donde es más bien malo) en un entorno cuidado, acogedor y perfecto para charlar. Y nada mejor que acompañar la deliciosa bebida y la conversación con un bizcocho o una tarta artesana o empezar con unas ensaladas o sandwiches preparados en el momento para cerrar el almuerzo con un buen capuccino.

Cuando digo que el café de Monkee Koffee es único, no es una exageración. Óscar González y Salvador Figueros, los propietarios de este cafetería, han investigado y aprendido todo lo posible sobre el café para ofrecer su propio blend: con granos provenientes de Brasil, Colombia, Etiopía y Guatemala que se tuestan a la vez para obtener el mejor sabor. “Nuestro café es sólo nuestro y se obtiene de pequeñas fincas en estos países. Se tuesta en exclusiva para nosotros”, detalla Óscar.

Pero no es un café excluyente, al contrario. La calidad es excelente, tiene una acidez menor pero han buscado un sabor que guste a todos, a amantes del café y a simples consumidores (como yo). La cafetera Marzocco es de las mejores del mercado y se limpia a fondo cada día. La leche es fresca de vaca y se sirve a un máximo de 65 grados, por las manos expertas de unos baristas que pueden hacer maravillas con el efecto de la espuma. Tampoco es excluyente por precio. Un capuccino o un latte son 2€, que si lo comparas con los precios de la superfranquicia mundial de cafés, no es nada.

Los acompañamientos son también artesanos. Todas las tartas y bizcochos son artesanos y vienen de un obrador. La de zanahoria y la de chocolate están buenísimas (pero la de chocolate, eligela si vas acompañado, que acabarse ese trozo tú sólo no es fácil. Es contundente) y el bizcocho de fresa es una rica sorpresa. Las ensaladas y los sandwiches de pan de masa madre están preparados en el momento, con ingredientes frescos del día.

Y los buenos productos se disfrutan mucho más si el entorno les acompaña. La decoración de ladrillo visto, metal y maderas, con muebles vintage originales puede recordar a un loft neoyorquino o a un coffee shop de Berlín. Mantiene el carácter industrial de su antiguo pasado de taller pero con elementos vistos en viajes, plantas y mobiliario propio. Hay dos sillas que vinieron del colegio alemán y unas mesas muy coloridas provenientes de una discoteca madrileña. Los visitantes pueden repartirse para trabajar con el wifi gratis, departir o comer tanto en el sofá, en la mesa corrida con sillas de los años 50, en las mesas más pequeñas o en las sillas altas.

Monkee Koffee es la respuesta a una necesidad que encontraron estos dos socios cuando decidieron cambiar el rumbo de sus vidas por un proyecto que “le devolviera a la sociedad algo de lo que ella te ha dado”. Esta iniciativa les permite trabajar por su cuenta, creando empleo a la vez y respetando la dignidad de los productores de su materia prima. Pero al final, lo vital del resultado no es el sitio, que es muy bonito, sino el café. Lo importante en Monkee es disfrutar del momento, tomarselo con calma, saborear despacio y con placer un producto hecho con mimo, cuidando los detalles y respetando los procesos. Ese es el objetivo de Monkee Koffee, no ser una cafetería cualquiera, sino ser un sitio en el que disfrutar de un café único para todos.

Los datos: Monkee Koffee. Calle Vallehermoso, 112. Precio: café sólo, 1,5€. Capuccino, 2€. Tartas, 3,5€. Bizcochos, 2€. Ensaladas, 7,5€. Sandwiches, 4,5€. Horario: de 8:00 a 21h de lunes a viernes
y de 10 a 21h, los sábados y domingos. Podéis encontrar más información en su web.

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