Monogamia en el 2019: ¿vigente u obsoleta?

Publicado el 12 mayo 2019 por Carlosgu82

Los vínculos amorosos han cambiado con llamativa y exponencial velocidad en los últimos diez años. ¿Recuerdas aquello de casarse? Seguramente, pero si eres menor de 25 es muy probable que te suene a mito, o al menos a vieja costumbre ya pasada de moda.

Lo cierto es que el amor y sus distintos tipos de expresión se han vuelto materia compleja en este mundo rápido y digital. Y el contexto cultural es determinante para establecer cómo la gente decide relacionarse en ese sentido, o cómo es direccionada a hacerlo. Por ejemplo: en países como Gabón, Malasia, Senegal o Birmania, la poligamia es legal. Sin embargo, en la mayoría de los casos lo es en función del aprovechamiento del hombre heterosexual, sin considerar el rol de la mujer como sujeto activo a la hora de elegir sus compañeros sexuales o de vida.
En países como Francia o Canadá, es normal ver cómo la posibilidad de tener relaciones con más de un individuo simultáneamente, se ha vuelto una sólida tendencia entre las nuevas generaciones en ambos sexos. El poliamor, lejos de ser nuevo en occidente,  es cada vez más aceptado y practicado en variedad de países.

Pero no todo es color de rosas. Existen casos en los que la monogamia no debería ser alterada. Esto, en función de la personalidad del sujeto. Ya que si no se controla ni se acepta con naturalidad, puede desembocar en una enfermiza maraña de celos, mentiras  e inseguridad. Además, la monogamia en sí todavía prueba funcionar como modelo y es representado sin descanso en Hollywood y en las sitcoms más populares, que aunque pocas buenas hayan nuevas, se revisitan constantemente en una suerte de fascinación nostálgica. Es un mirar al pasado con amor.
Lo importante es que aquello que tú decidas hacer, sea compartido con quien amas. Porque, créeme, puede parecer que la poligamia funciona bien de un solo lado, pero las pruebas indican que tarde o temprano, una pareja de relación abierta que no tiene las pautas claras desde un comienzo, termina mal. Amor, amor y más amor, de a dos, de a cuatro, de a seis u ocho, pero siempre con respeto, amigos, así es.
Así que recuerden: al próximo match que termine en más que una noche salvaje, conviene preguntarle, antes de arruinar desde el comienzo algo que podría ser bueno.