En primer lugar pido perdon por tardar tanto en colgar esta reseña. Para mi tristeza, llegamos al repaso del octavo y último tomo de la etapa de Walter Simonson, a mi juicio una obra imprescindible del mundo del cómic en general y de la década de los ochenta en particular. En 1987, tras cuatro años como autor regular, Simonson deja la colección “The Migthy Thor”, pero lo hace cerrando la etapa que ha creado, para que pueda ser leída como un todo. Este será el ultimo acercamiento del autor al personaje de Thor, en cuya colección realizó su obra mas representativa.
La maldición de Hela (II)
The Mighty Thor nºs 377- 382
Guión: Walter Simonson
Dibujo: Sal Buscema (377-379 y 381-382), Walter Simonson (380)
En el último volumen, dejamos a nuestro héroe derrotado en la tierra, por la acción conjunta de la maldición de Hela y los trucos de Loki. Ahora tiene que apañárselas para crear una forma de poder librar los combates que se le van cruzando sin perder su cuerpo en el intento.
Nos encontramos con un Thor mas oscuro que el que hemos ido viendo normalmente, ha perdido a su padre, ha abandonado a un amor en Asgard y otro en la tierra, ahora no posee la fuerza que siempre le ha caracterizado y necesita compensar estas perdidas. Por tanto, a lo largo de este volumen, el dios del trueno debe afrontar su destino e ingeniárselas para sobrevivir al mismo.
Tras la derrota frente al Hombre Absorbente, Thor decide construirse una nueva armadura que le cubra todo el cuerpo y le permita moverse como si de un exoesqueleto se tratase. En la forja, los elfos oscuros sufren por la fuerza de los golpes de Thor contra el hierro y deciden atacar con la ayuda del único elfo inmune al hierro.
Por su parte, Loki ha establecido un pacto para hacerse con Asgard junto a los Gigantes de Hielo y para ello les promete devolverles la fuerza que Balder les arrebato. El plan del dios de las mentiras empieza creando una maquina con Bobby Drake (El hombre de hielo) como núcleo para cumplir su parte del trato. Vista la derrota que esta sufriendo su hermano, decide salvarle de los elfos y traerle a su reino para ser el, quien acabe con el dios del trueno.
Los gigantes se enfurecen y exigen mas poder, pero Loki no es capaz de dárselo y piensa que su mecanismo no ha servido para más que volver en su contra a sus supuestos aliados. Loki expone a Thor ante los Gigantes, pero de nuevo sus planes no salen como esperaba, al ser Thor quien vence a estos y Loki queda fuera de combate con su castillo destruido y el Hombre de hielo de nuevo en la tierra.
Los gigantes siguen teniendo algo que decir y consideran que es hora de que Thor se enfrente a su destino y por ello quieren invocar a la Serpiente del Mundo, Jormungandr. Pero en su lugar aparece el dragón Fing Fang Foom, quien acepta el reto de enfrentarse a Thor. Antes de enfrentarse entre si, ambos mantienen una larga charla donde hablan sobre el heroísmo, los nuevos “superhéroes”, la valentía y la filosofía de los dragones, ofreciendo el dragón al dios la oportunidad de llevar la batalla lejos de inocentes, si era capaz de levantar su dedo, hazaña que Thor realiza sin complicación. Una vez en su destino, el dragón se desvela como la Serpiente del Mundo, bajo un disfraz y Thor se predispone para cambiar su destino.
El capitulo recibe el nombre de “La canción de Mjolnir”, en ella se relata la leyenda del enfrentamiento que acabaría con la vida de Thor, mediante una sucesión de splash pages, excelentemente compuestas por Walter Simonson.
La batalla se realiza, mediante la superación de Thor de sus adversidades gracias a la armadura que le protege, aunque esta en clara desventaja y su destino esta aparentemente escrito. A pesar de ello, Thor recurre al poder de su martillo y consigue desdentar a la serpiente y en un ultimo esfuerzo, lanza un ataque final que acaba con su mortal enemigo, pero a su vez deja una armadura vacía.
Los diálogos son muy escasos en este capitulo y los bocadillos de narración recogen la leyenda en forma de canción mitológica.
Dejando de lado a Thor y a Loki, en Asgard están aconteciendo nuevos eventos que requieren la atención del hijo de Odín que acaba de quedar fuera de combate por segunda vez en poco tiempo. Una plaga esta amenazando a la ciudad dorada, dejando a todos sus habitantes fuera de combate, incluyendo a su monarca y con la excepción de los huérfanos terrícolas y Kurse. El previamente villano, ayuda a los niños a ir en busca de Balder y le proporcionan una recuperación de la enfermedad que se ha desatado por motivos desconocidos. Los gigantes no piensan desaprovechar la oportunidad de tener una Asgard debilitada y deciden acudir a la misma para invadirla. Pero en la misma se encuentran con un debilitado Balder, Kurse y Volstagg para defenderla.
Las aventuras de Thor después del combate contra la serpiente no han acabado, puesto que de nuevo los gigantes que invocaron la perdición del dios, aprovechan la derrota, pero justo en ese lugar, reaparece el Destructor, por obra de Loki. Este antiguo villano que había quedado en el olvido, se enfrenta al héroe en el plano espiritual, batalla que gana Thor y se hace con el cuerpo de su enemigo para ir al Hel y encarar la raíz de sus problemas.
En el último capitulo de la etapa, nos encontramos con un equivalente para el personaje de “La Broma Asesina” pero repleta de mucha más acción. Todo empieza en Hel, con Loki hablando con su hija, quien pone en evidencia los motivos que tiene el dios de las mentiras para estar siempre torpedeando a Thor para siempre tener que retractarse después. La reina del Hel, alega que ahora Thor será de su propiedad y la victoria que no consiguió su padre lo conseguirá ella.
Con la fuerza combinada de Thor y el Destructor, una figura se alza en el Hel derrotando todos los impedimentos que se encuentra a su paso y se encara con la gobernante del mismo, para decirle que la posesión de Thor en el inframundo no hará mas que poner en evidencia su soberanía y destruir el reino. La figura crea la confusión haciendo dudar a los espectadores si la mente es de Thor o por el contrario del Destructor, cuando aparta de un golpe a Skurge y somete a su voluntad a Hela.
La reina del Hel, acaba por deshacer la maldición del cuerpo de Thor y devolverla la capacidad de morir.
En una muestra de buena voluntad por la reina del Hel, considera impropio que Skurge, que tan bien libro sus batallas y se comporto de forma noble, este en el Hel y no el Valhalla por tanto le da una muestra de paz y le lleva al cielo vikingo.
Una vez librado de este mal, Loki advierte a Thor, de la invasión de los gigantes a Asgard y es capaz de ir a frenarla. El dios rubio se une a sus amigos para frenar a los invasores a los que deja escapar ilesos tras una muestra de su poder, a cambio de obtener una cura para el mal que aflige a la ciudad dorada. Además, los gigantes desvelan que no fueron ellos quienes provocaron la plaga si no Loki.
A modo de despedida de esta etapa de su carrera, Simonson relata en las ultimas cinco paginas una visita que le hace Thor a su hermanastro en respuesta a todo lo que ha ido provocando en los últimos meses. Además le advierte que no es capaz de ver el futuro, pero siempre que vuelva a desatar una plaga como la ultima, Thor estará allí para frenarla cada vez mas rápido. Pues muchas oportunidades ha ido concediendo el dios del trueno a su hermanastro, no por una muestra de estupidez, si no por paciencia y la única paciencia que es infinita es la de Odín, no la de Thor. Dicho esto, Thor le rompe el brazo a su hermano, puesto que la venganza de Hela fue por orgullo y las motivaciones de Loki únicamente por maldad.
El autor hace una reflexión de Thor que queda reflejada en toda la saga, pero se puede concentrar en el último modo, a manera de que la fuerza es la expresión de este héroe, pero no es la única. Como he dicho, al igual que “La broma asesina” es un estudio de la relación entre Batman y Joker, esta obra previa lo es de la relación de Thor y Loki, con personajes como Hela como intermediarios.
En este volumen, Sal Buscema esta bastante bien, pero destaco sin duda el capitulo de “La canción de Mjolnir” en la que Simonson, opta por un nuevo tipo de estilo narrativo, mucho mas épico y que únicamente se puede definir como sublime.