Monólogo: "el gordo" del sorteo de lotería de navidad

Publicado el 27 diciembre 2013 por Espe85

"EL GORDO" DEL SORTEO DE LOTERÍA DE NAVIDAD
Hoy me va a dar por meterme un poco con la lotería de Navidad...Esa que empezamos a comprar en Verano con la esperanza de que nos toque en Diciembre…Vamos que hacemos una inversión en ilusión a 6 meses para luego, en la mayor parte de los casos, tener que desinflar el globo con el café y los churros del día 22 de Diciembre. Da igual que en tu vida juegues a la lotería, da igual que no te guste la lotería, da igual que seas matemático y conozcas las probabilidades reales de que te toque la lotería, ese día no hay español que se precie que no tenga un décimo o participación del sorteo por aquello del “por si a caso” …Si, y es que no hay quien se resista al ofrecimiento de un décimo del sorteo de Navidad y no lo compré…Lo mejor de esto es que en la mayoría de los casos no compramos el décimo pensando en la alegría que nos vamos a llevar si nos toca, no. Cuando compramos un décimo que nos han ofrecido, casi el100% de las veces pensamos: Cómo no lo voy a comprar y que toque y le toque a él y no a mí…Después de haberlo tenido en la mano. De ese pensamiento que tenemos todos en esos casos en los que nos ofrecen un décimo de lotería, se desprender que más que alegrarnos porque nos toque la lotería lo que nos jode es que le toque al “tonto” del vecino o a cualquier otro mortal que no seamos nosotros.
Otra cosa que hacemos mucho es que vayamos donde vayamos de viaje, de visita o de paseo, por la geografía española, siempre y digo siempre traeremos un décimo de lotería de allí por aquello de si toca donde hemos estado y no llevamos un décimo los “amigos” nos van a poner de tontos hasta la pared de enfrente, diciéndonos aquello de: Hay que ser tontos de estar allí y no comprar un décimo. Lo que ellos no sabían es que tú estuviste tres meses antes de que el sorteo se llevara a cabo y claro de momento pitoniso/a no eres como para haber visualizado el número exacto entre los 200 que vendían en la administración de lotería del lugar en cuestión. En este caso, me refiero a cuando vamos de viaje y compramos un décimo donde hemos estado, lo que nos jode no es que le toque al vecino, compramos el décimo, aún sabiendo que la probabilidad de que toque es mínima, porque si se llega a alinear los planetas y ese año toca allí y no tenernos un décimo, cuidado que ya no digo que ese décimo sea el premiado, digo solo el hecho de tener un décimo, los amigos y familiares se van a estar riendo de nosotros todas la navidades, y cómo queremos evitar eso preferimos comprar el décimo aún sabiendo que no va a tocar a tener que aguantar todas las navidades a tu cuñado diciéndote lo tonto que eres por estar allí y no haberlo comprado. Si ya llevas un décimo, aunque no sea el premiado, ya la mofa no es tal y en vez de reírse de nosotros se pasan a la más absoluta resignación y nos dicen cosas como cuando un futbolista está a punto de meter un gol y al final se va fuera, cosas del tipo: ¡Uy! Estuvo cerca…casi, casi…Casi le has tenido en la mano…Y cosas de esas que aparentas que no te molestan porque no se están riendo de ti…Pero en el fondo te esta jodiendo, y mucho, el saber que has tenido todo ese dinero en la mano y no has sido capaz ni de verlo.
El día del sorteo, aunque hagas como que no estás pendiente ¡mentira, lo estás!, hay gente que hasta se prepara para verlo con todo un ritual de día de fiesta, con su “desayuno de Domingo”, sus décimos preparados delante del televisor y las uñas más mordisqueadas que las pipas de un hámster. Al principio todo el mundo está con el alma en un hilo pensando: Será este mi último día de trabajo…Hasta que al premio gordo le da por salir, y normalmente tiene la costumbre de madrugar y salir prontito, evitando así algún que otro estado de hipertensión y taquicardia continuada en alguno de los espectadores. Pero no pasa nada porque aunque no nos haya tocado el gordo, la ilusión no decae, lo que hacemos es bajar el listón…Lo bajamos al 2º premio, al 3º, al 4º a los 5º, para acabar como locos mirando en internet a ver si alguno de los décimos que tenemos le ha tocado una “pedrea” y podemos darnos un capricho navideño. Esto último lo harás a la vez que ves en la televisión las caras de felicidad de la gente que le ha tocado “El Gordo” desatando botellas de cava y sidra sin ton ni son y rechinando los dientes mientras te resignas a pensar: Otra vez será…
Luego cuando vamos a cobrar estos décimos premiado con la “pedrea” dejamos seguir esa ilusión unos días más y siempre cogemos alguno para ”el sorteo del Niño”…Por si acaso, a ver si te lo van a ofrecer, va a tocar y no lo vas a coger, así que repites el proceso anterior y que la ilusión dure hasta el 6 de Enero.
Este año ha habido alguien muy listo que sabía que le iba a tocar seguro la lotería, y por saber sabía hasta el importe que le iba a tocar…Estoy hablando de la Agencia Tributaria, que como estamos en crisis y ya no sabemos de dónde recoger para tapar los agujeros que más de un político corrupto ha dejado por ahí abiertos, ha decido poner un impuesto a la ilusión que todos los españoles ponen en la lotería navideña, asegurarse el premio gordo y llevarse un porcentaje de todo esto…Y todo sin tener que comprar ningún décimo, sin tener que verse el sorteo entero escuchando el canto continuado de los niños de San Ildefonso y sin tener que andar buscando en internet a ver si por casualidad le ha tocado una pedrea. Como dicen eso de que “hacienda somos todos”, pues “hacienda” ha querido ser como todos el 22 de Diciembre…Pero como todos a los que les ha tocado la lotería, al resto que le den dos duros…Y nunca mejor dicho.
Todos decimos que el dinero no da la felicidad…Y eso es totalmente cierto…Muchos ricos son las personas más desgraciadas del mundo y todos adolecen del mismo mal: La soledad. Pero todos sabemos, que aún no dando la felicidad, ayudar a conseguirla ayuda. Cuando estas comprando el famoso décimo de la lotería de Navidad, todos, todos, todos, inconscientemente en nuestra cabeza pensamos: ¡Si me toca mando a mi jefe a tomar por culo! Perdonadme la ordinariez, pero todos lo hemos pensado así. Y si lo piensas en frío lo que en el fondo estas buscando con querer que toque ese décimo de lotería es tener un poco de libertad que nos libere de la rutina de un trabajo que no te llena al 100%, que te libere de aguantar determinadas que cosas y que te permita vivir una vida tranquila sin tener que hacer constantemente malabares financieros que niel mejor de los broker de la bolsa de New York sería capaz de hacer. La mayoría de las veces, cuando quieres que te toque la lotería, lo que estas pidiendo es libertad a gritos…Bueno libertad, y el gusto de mandar a la mierda a tu jefe y a algún que otro compañero de trabajo un poco cabroncete, comprarte una casita, o un coche o un lo que te de la gana para sentar las bases de una vida tranquila.
Por eso espor lo que sigues invirtiendo ilusiones en lotería, porque la utilizamos, en un alarde desmedido de fe, como nuestra última esperanza para poder intentar sembrar las semillas de una felicidad futura, pero que esa felicidad futura llegue a germinar no depende del dinero sino de cómo cuides el resto de las demás cosas y personas que tengas al lado. El dinero puede ayudarte a sentar unas bases, pero si no son las correctas, la inversión que hiciste en ilusión con la lotería de Navidad, se quedara en eso, en una vaga ilusión que puede llegar a ser tu mayor naufragio personal.
P.D.: Si te gusta la lectura puedes leernos también en: http://www.puntorojolibros.com/todas/Ironias-de-la-vida.htm