LA CUESTA DE ENERO…Y DEL AÑO… EN GENERAL…
La cuesta de Enero es el regalo de Reyes que nos dejan todos los años las navidades. Es esa cuesta que comienza el 7 de Enero, se prolonga durante Febrero, tiene una curva a la izquierda en Marzo, otra a la derecha en Abril y con suerte para Mayo empiezas a recuperar un poco tus finanzas cotidianas. Digamos que es una cuesta financiera nivel economía doméstica, que para remontarla hay que hacer más filigranas que todo un “broker” de “Wall Street” superando una caída en picado de la bolsa de Nueva York. Porque a todas esas familias que utilizan toda su imaginación y empeño para salir de estos “berenjenales” financieros deberían de contratarlas en cualquiera de esos bancos y cajas españolas con una gestión tan “impecable” que podría ofrecer en cualquier momento un curso de: “Cómo estropear el sistema financiero de todo un país, paso a paso y en coleccionables…Y con la ayuda entrañable del primo que tengo en el ministerio”. Además podrían garantizar estos personajes, sin temor a equivocarse, que no hay nadie más experto en la materia que ellos.
Pero volviendo a la cuesta de Enero, tiene ya muchos años de tradición…Casi tantos como las navidades…Como las navidades comerciales, digo…Esas que te incitan a comprar con el primer villancico que se les ocurre poner, con más años que “Matusalen”, así como a finales de Agosto o principios Septiembre…Que cada vez empiezan antes…sugestionándote a comprar porque si no compras tienes unas navidades de mierda….Menos mal que la Navidad siempre fue tiempo de “amor y paz”….Aunque ahora la consigna sea “centros comerciales y a comprar“. Son estas navidades modernas las que hacen que cuando llega el 7 de Enero y miramos la cuenta bancaria lleguemos a pensar que hubo algún error, y cuando la repasamos bien nos damos cuenta que el error fue sacar a pasear la tarjeta de crédito durante las fiestas navideñas tan alegremente.
Empezamos que si con las compras para la cena de Nochebuena, que si cenan en casa quince hay que cocinar para treinta porque el día siguiente, o lo que es lo mismo el 25 de Diciembre es el “Día internacional de las Sobras” y hay que celebrarlo por todo lo alto con lo que quedo de la noche anterior. A esos gastos hay que sumar los del famoso Papa Noel, que claro desde que nos hemos americanizado y junto al belén de toda la vida de Dios ponemos el arbolito de Navidad, tenemos que llamar a Papa Noel para que se pase por casa y deje sus regalitos…Y todos sabemos lo caras que salen las llamadas internacionales…Bueno, después llega Nochevieja…Otra cena para la que hay que comprar comida para el doble de comensales que tengas en casa, pero esta vez por aquello de quedar bien, porque el día 1 de Enero con la resaca no hay nadie que coma nada. A esto le sumamos el vestidito para el “cotillón”, que no es tu vecino el del quinto, ese que no para de mirar, es la fiesta que se genera por año nuevo en infinidad de bares y discotecas, que cobran de entrada un generoso precio para que puedas tomarte dos copas de un alcohol que se parece mucho al agua oxigenada y te den una bolsa con toda clase de adornos ridículos, desde collares hawaianos, a “matasuegras”, pasando por confeti, narices de payaso y gorritos de cartón. Ya para terminar todo este sinfín de gastos nos queda preparar la llegada de los Reyes Magos…Otra llamada internacional de esas que no salen precisamente baratas, porque para el 6 de Enero ya se nos ha pasado la fiebre “Yanqui” de Papa Noel y nos volvemos todos católicos, apostólicos y romanos con tal de tener algún regalito en los zapatos la mañana del 6 de Enero. Una cosa más que se me olvidaba, a todos estos gastos hay que añadirles el gasto, más que obligado, que tienen todos los españoles en lotería para estas fechas…Pero este gasto es un poco…En diferido…Ustedes me entienden no…;)…¡Que si hombre! Que no es un gasto exclusivo de estas fechas, porque nos pasamos acumulando décimos para la lotería de Navidad la mitad del año.
Después de todo este despiporre financiero nuestra economía doméstica se queda más que resentida para la mitad del año…¡Por lo menos!, y entre tanto nos dan la agradable noticia que el gobierno ha decido congelar le salario mínimo interprofesional y así pone su granito de arena para ayudarnos a salir de esta cuesta con toda su buena voluntad.
¿Por qué creéis que la gente se pone a dieta después de las Navidades? no es para bajar los kilos de peso que han subido, ¡No! Desde que estamos en crisis, después del esfuerzo monetario de las navidades no da para más el menú diario, así que dices que estás a dieta y te engañas tú y la cotilla de la vecina envidiosa que ha venido a restregarte lo mona que estas…Aaunque hayas cogido unos kilos de más.
Siempre que pienso en la cuesta de Enero me imagino a esa madre de familia que tiene la misma pericia para hacer un cocido, que para cuadrar como buenamente puede las cuentas de su casa como el más experimentado de los directores financieros y de esa forma, hacer que su familia no sufra los envites de tan temible cuesta durante un periodo largo de tiempo.
En fin, con la cantidad de gente que es capaz de salir de todas estas situaciones de crisis financiera y tenemos que poner en puestos de mando, tanto en el gobierno como el bancos y cajas, a los cuatro inútiles que no tienen ni idea porque en su casa nunca han vivido una situación así y siempre habían creído que ese tipo de situaciones pasaban…Pero en otro lado. Cuando se les ha venido encimatodo el desmadre financiero que habían montado y han visto lo que es una crisis de cerca nos han hechos darnos cuenta, porque ellos todavía no se han dado, todos los demás si, de lo incompetentes que son para resolver este tipo de situaciones, hablando claro, jodidas. Cuando las cosas van bien todos sabemos llevar el barco, pero cuando las cosas van mal solo unos cuantos se agarran con fuerza al timón y son capaces de salvar la situación.
En los consejos de administración de bancos y cajas, de grandes empresas y en las tropecientas mil asesorías que tienen cada uno de los cargos de gobierno, por insignificante que sea su cargo, no habría que poner a grandes empresarios, o a antiguos políticos como tenemos costumbre de hacer en este país, no por su gran formación, sino porque los contactos que tienen les pueden venir muy bien. Deberían poner a esa ama de casa con cuatro hijos de un pueblo perdido que intenta salvar la cuesta de Enero con el sueldo de su marido, o a ese universitario que estira como el chicle el dinero semanal que le da su familia mientras trata de buscar una trabajo por horas para poder darse el más normal de los “caprichillos”, o ese joven emprendedor que ha dejado de hacer muchas cosas para intentar con todas sus fuerzas sacar su empresa adelante, o ese joven y sobradamente preparado que ha cogido lo poco que tiene y se ha ido a otro lado para intentar sobrevivir. Toda esa gente son los especialistas financieros que nunca notan la cuesta de Enero porque la cuesta de Enero les dura todo el año y son capaces de resolverla mes a mes con la misma maestría que el más reputado director financiero o el mejor agente de bolsa.
P.D.: Si te gusta la lectura puedes leernos también en: http://www.puntorojolibros.com/todas/Ironias-de-la-vida.htm