Por petición general (tan solo la de @Chise_hinah) y rescatando una recomendación de THEB85, volvemos a criticar algo de cine, que ya va siendo hora. Aunque, vista la recientemente oleada de mangas que han ido cayendo, escogimos una recomendación que se adaptase más a dicho perfil, una película de nuestro querido Studio Ghibli.
¿De qué va?
Después de ser marcado por el demonio del odio y la ira, el príncipe Ashitaka, tendrá que partir para conseguir una cura a su herida y no morir. A medida que los acontecimientos avanzan, descubre que él es el único hombre que pretende no destruir el bosque al que se dirige y ara todo lo posible por defenderlo y preservar la paz entre la naturaleza y el hombre.
La crítica
El viaje que emprende Ashitaka tiene el objetivo de poder encontrar respuestas a su reciente desgracia: ¿por qué llegó el dios del odio y la ira hasta su aldea intentando destruirla? Desde aquí, el apuesto príncipe partirá rumbo hacia El Bosque, donde se topará con un poblado que pretende destruirlo para seguir con el avance del hombre en el planeta.
De hecho, pese a ser una obra animada, no es para que críos menores de doce años la vean, más que por lo que se ve, por el contenido que se explica, que es algo más complejo que lo que se puede explicar en otras películas de animación infantil.
Para que todo quede más claro, podemos definir los diferentes bandos de la obra con sus personajes: están los humanos, que son egoístas y tan solo piensan en su interés personal sin pensar que podrá desencadenar dicha ideología y los animales, que piensan en preservar la naturaleza y lucharan aunque sea en vano. De aquí surgen dos personajes, los protagonistas, el príncipe Ashitaka y San, una humana criada por los lobos. Ambos están justo en medio de todo: él, al ser afectado por las heridas del odio y la ira ve claramente el error de los humanos y ella, pese a ser una humana, realmente cree en la ideología de los animales y luchará por ella. Sin embargo, al ser los únicos afectados por ambos bandos (él tiene una herida de los animales y ella es humana), comprenden en parte como se sienten ambos bandos y el error de estos, aunque a fin de cuentas tan solo vemos que Ashitaka sea el que esté en el centro de todo. Lo mejor de todo es ese nexo que les une, el hecho de ser humanos y hace que ambos se sientan atraídos, hace que la película sume puntos a su favor gracias a la confrontación obvia de los mundos que ambos defienden.
Entonces llega el mensaje que nos quiere hacer llegar Miyazaki, que es el que ya se ha intentado hacer llegar en múltiples ocasiones: la naturaleza es parte de nosotros. A través de animación, el afamado director pretende hacernos abrir los ojos ante esta verdad universal en la que, cada vez, menos se cree. Pero dejando de lado el mensaje que se quiere transmitir, es la manera en que se quiere hacer, a través de la animación y a través de la pareja de personajes, que realmente hace que el mensaje llegue de la manera más contundente posible.
Para concluir la obra, se nos da una lección final sobre cómo hay que hacer las cosas: tan solo podemos acabar con nuestros errores volviendo a empezar de cero y dando algo a cambio, porque si no, no se trataría de un trato justo.
Fantasia, aventuras y animación son las tres claves para que 'Mononoke-hime' avance viento en popa y podamos disfrutar, otra vez, de una película japonesa que nos brinda el famoso Studio Ghibli, que al parecer, tiene muchísimas más.
Información de más
- Hayao Miyazaki corrigió o redibujó personalmente más de 80.000 de 144.000 celdas de animación.
- 'Mononoke Hime' le quitó el puesto a 'E.T el extraterrestre' en cuanto a película con mayor recaudación en Japón de todos los tiempos. Este titulo fue arrebatado más tarde por 'Titanic'.
- Se supone que esta iba a ser la última película de Miyazaki como director. Sin embargo, visto el gran éxito que obtuvo, se animó con 'El viaje de Chihiro' y, de nuevo, continuó haciendo más películas.
- Con una duración de 134 minutos (2h y 14 minutos), es la segunda película de animación más larga de la historia del cine, la primera es Uchû senkan Yamato: Kanketsuhen del 1983.