Este anime es un auténtico dramón, drama drama de esos que cuando crees que no puede pasar algo peor, pasa, sobretodo en el ámbito psicológico.
El argumento se centro en el neurocirujano japonés Kenzo Tenma, quien creyendo hacer lo correcto (desobedeciendo las ordenes de su superior) le salva la vida a un niño aparentemente normal; pero lejos de la realidad, este chaval es en realidad un asesino sociópata que cambiará y destruirá las vidas de todos aquellos con los que se cruce en el camino. A Tenma le inculpan de los asesinatos que en realidad fueron obra de Johan, destruyéndole la vida y obligándolo a convertirse en un fugitivo.
Así que Tenma viaja por toda Alemania con la intención de encontrar a este individuo para matarlo y así acabar con la masacre que Johan deja a su paso. Johan, el niño a quién Tenma salvó cuando tenía diez años es el auténtico monstruo que da título al anime.
Por otra parte, hay un montón de personajes secundarios, la hermana de Johan, Nina, el pequeó Pieter, un abogado, un psicológo, la exnovia de Kenzo, un tipo que fue al mismo horfanato que Johan.... y así un largo elenco de personajes.
Temas como la delgada línea que separa el bien y el mal, si somos los seres humanos capaces siempre de diferenciar lo bueno de lo malo, horfanatos chungos, manipulaciones mentales con niños pequeños para crear supersoldados, nazis, la policía secreta checoslovaca, los entresijos de la economía alemana.... temas profundos y serios para tratar la persecución, la muerte y el perdón.
Aunque el anime me ha gustado mucho, y da para largo y tendido para debatir con los colegas sobre la trama y los personajes, tengo que decir que el final me decepcionó. La trama había puesto el listón demasiado alto y creo que el final no está a la altura, además de dejar algún que otro cabo suelto, ¡¡cosa que no soporto!!.