Monstruos

Por Neuriwoman

Hoy subo un relato animada por la convocatoria juevera que esta semana ha presentado Mónica Frau en su blog NEOGEMINIS, en ella nos invita a desarrollar el tema “Monstruos” en cualquiera de las facetas por las que nos lleve nuestra imaginación. 

Como cada noche Paola se halla sentada en el borde de la cama. Acumulados en su interior toda la tensión y el terror que le produce la visita diaria del monstruo. 

Se asoma tímidamente al abismo de sus pensamientos para entretejer los miedos. Desaliñada, con la mirada perdida, presiente los pájaros negros que se le acercan de nuevo. Entrecierra los ojos y arrancada súbitamente de la cama se encuentra allí, sola otra vez, en mitad del tenebroso bosque de los traumas. Transportada por su psique hasta la niñez, revive aquella sensación de frío sepulcral que le producía la aparición vespertina del monstruo.

Latidos a más de cien y unos desnudos pies que traspasaban  la húmeda frialdad de las hojas caídas, llovidas, pútridas...Pero sobre todo vuelve a percibir aquel nauseabundo hedor que antecedía la llegada del monstruo.

Avanza despacio y la nube de pájaros negros que como augurios de mala suerte salen a recibirla, le cierran el paso. 


Sus fuerzas fallan y en aquel bosque inanimado, su corazón de niña, desbocado no puede correr más lejos. Es en ese instante cuando resuena el crujido en su interior y sus pupilas ahora dilatadas delatan que ya no habrá vuelta atrás.

Su cerebro se ha detenido en seco, convertido en un tétrico video que atascado en esa única escena del monstruo junto a ella, pasa una y otra vez las mismas imágenes sin poder escapar ya de ellas. Paola ha quedado atrapada, congelada en ese fragmento temporal preñado de miedos, impotencia y soledad. 

El monstruo ha vencido, el monstruo permanecerá por siempre en ella.