Así entre nosotros, no me apetecía mucho leer Monstruos, la novela gráfica de Ken Dahl sobre el herpes. Primero porque no tengo últimamente mucho tiempo para lecturas, y para los padecimientos ajenos ya tengo yo los míos. Segundo, porque en este caso, uno ya va servido y sabe por experiencia propia lo verdaderamente irritante que pueden llegar a ser las famosas calenturas, así que no me hacía falta que me lo contaran de segunda mano.
Pero oigan, pese a todo, uno no puede evitar sentirse atraído por esas cosas con dibujitos en papel llamados tebeos y, por mucho que tuviera razones para evitar la lectura, a poco que un par de conocidos me preguntaron sobre el tebeo y otro par me comentó lo bien que estaba, pues oye, a tomar por saco los remilgos y directo a la lectura.
¡OJO! SPOILERS
Lo que hasta el momento era un relato de un quejicoso compulsivo, se transforma en un alegato contra la ignorancia que impregnan las enfermedades que pueden tener un origen sexual, contra la estupidez de un estigma autoinfligido sobre una enfermedad que afecta a más del 80% del planeta. Sobre cómo perder no sólo el tiempo, sino parte de nuestra vida por el desconocimiento. Y ahí, la obra de Ken Dahl multiplica su valor y se hace realmente educativa e interesante, con un mensaje claro y contudente: ¡no seas hipocondríaco, idiota! :)
(2+)
FIN DE SPOILERS
- Entrevista a Ken Dhal (en inglés): 1 2 3
- Avance de la obra