Monstruos Invisibles, de Chuck Palahniuk

Publicado el 25 mayo 2010 por Pablowski

El inventario de personas que pueden salvarme se reduce a mi misma. Ni mi mejor amiga. Ni mi ex novio. Ni los médicos, ni las monjas. Tal vez la policía, pero de momento tampoco. No es hora de convertir todo este embrollo en un proceso legal y continuar con esta vida que es menos que vida. Espantosa e invisible para siempre, recogiendo pedazos.

Chuck Palahniuk

Chuck Palahniuk, nacido en 1962 en Washington, es un escritor y periodista estadounidense. Abandonó su trabajo como periodista en 1988, estuvo haciendo trabajos voluntarios en un albergue para personas sin hogar y también ayudó a  personas enfermas en fase terminal. Monstruos Invisibles, fue rechazada en un primer momento, por ser “demasiado perturbadora”. Posteriormente escribió su gran obra El club de la lucha, adaptada al cine por David Fincher. Poco después alcanzó su primer best seller con su libro Asfixia. Otras de sus novelas son Nana, Fantasmas o Diario: Una novela

MONSTRUOS INVISIBLES

Como en Asfixia, Palahniuk nos ahoga con cada una de sus dramáticas realidades. “Real life” en estado puro. Drogas, belleza y la volatilidad de las mismas, con dosis de sexo, angustia y mucha incertidumbre.

Los personajes de Chuck suelen verse sometidos a situaciones imposibles. Es capaz de apretar todos los tornillos de la realidad más inhumana y desenvolver desde ese punto sus historias.

En Asfixia era un enfermo adicto al sexo, ahora en Monstruos Invisible el asunto es más retorcido, si cabe.

Shannon es el producto perfecto que esta sociedad podría fabricar: guapa e inteligente, una modelo querida por todos. Evidentemente, todo ser perfecto tiene a su lado un novio perfecto, Manus, y una mejor amiga guapa, Evie, eso sí, no tanto como Shannon.
Todo esto cambia cuando Shannon sufre un accidente que le desfigura completamente la cara y la convierte en un “monstruo”. Un ser defectuoso. No puede hablar. Siempre va cubierta. Shannon es invisible.
Y esta situación la afronta sola, ya nadie se acuerda de la bella Shannon, ni siquiera su querido Manus.

Aún así, siempre hay alguien capaz de mirar más allá de la caverna de Platón y esa es sin duda Brandy Alexander. Transexual, ingeniosa y altamente cualificada para recrear nuevos presentes, se hará cargo de Shannon y la arrastrará a su frenética manera de vivir, que sólo puede terminar en la autodestrucción.

Finalmente, Monstruos Invisibles tiene un gran poder reflexivo. Palahniuk podría haber caído en la superficialidad, en los tópicos problemas de drogadictos y prostitutas, pero va más allá. Haciendo uso de una narrativa directa y aplastante, a veces confunde, otras orienta y termina creando un vacío existencial que debería patentar como el “efecto Palahniuk”. Es increíble.