Montenegro desarbola a una España perdida cuando una gran Torrens dejó de anotar (66-57)

Publicado el 19 junio 2011 por Toni_delgado @ToniDelgadoG

Entiende la vida como un proceso continuo de aprendizaje y como una novela de diversión por capítulos. Alba Torrens (Binissalem, 1989) ha vivido mucho en muy poco tiempo y ha ido mejorando año tras año, con naturalidad, como los busin reparar en las expectativas que despertaba desde pequeña. Como tantas otras, de adolescente decidió irse de Mallorca para formarse en el Segle XXI, su plataforma para debutar en liga Femenina con el Celta, su equipo de procedencia cuando llegó al Perfumerías Avenida, con el que el curso pasado ganó la Supercopa, la Liga y sobre todo la Euroliga. Su próximo destino será Turquía, el Galatasaray, que le ha ofrecido un contrato irrechazable. A la altura de una jugadora indescriptible, capaz de llegar a sostener a España ante una Montenegro demasiado superior en el rebote (44 por 29) y casi siempre por delante en el marcador. La selección se perdió en cuanto Torrens (25 puntos) dejó de anotar, en el empate a 45 del tercer cuarto, el principio del fin de una España limitada y reducida a su estrella que cosechó su primera derrota en el Eurobásket de Polonia (66-57) ante una Montenegro que más le había incomodado en la preparación, en la que le dominó tres cuartos. En el encuentro serio remató la faena con una gran Perovanovic (18 puntos y nueve capturas). España cerrará la primera fase ante la anfitriona (18:00 horas, Marca TV).
No hay nadie tan desequilibrante y que pueda cambiar el rumbo de un partido que Torrens, que consiguió minimizar la baja por una sobrecarga en la pierna izquierda de Amaya Valdemoro -Marta Xargay se tuvo que retirar con un golpe en la nariz-. Torrens es tan fina físicamente como delicada en sus formas, capaz de cualquier jugada por extraña que parezca. Fue la única jugadora que nunca desapareció en España, de hecho, en la primera parte fue casi en exclusiva su equipo, para anotar 18 puntos, más de la mitad hasta el descanso (39-30). La selección llegó a perder por 32-22 con una canasta de la primera gran tortura de España, de apellido Skerovic. De oficio, tiradora.
Lima, en su propia canasta
Perovanovic y Dubjlevic se ponían las botas en la pintura. Torrens arregló las cosas con un triple, una contra y dos tiros libres. Ya había explotado en el inicio protagonizando el 0-5, el único momento de cierta tranquilidad que tuvo el grupo de José Ignacio Hernández en un encuentro desquiciante. Después, con 25-16, se marcó otras dos acciones consecutivas. Tan despistada y desafortunada estuvo España que Cindy Lima palmeó y metió la pelota en su propia canasta: una acción muy difícil de ver en una pista.
Surge Turcinovic
Anna Montañana y Silvia Domínguez se unieron a Torrens para hacer posible la remontada en el tercer cuarto. De nuevo, con otro inicio fantástico de Torrens. Montañana puso otra vez a España por delante (41-43 a los 24m 51s). Fue entonces cuando surgió la joven Turcinovic, de 17 años, que sabe jugar muy bien de espaldas y aprovechar su envergadura, como Peranovic. Torrens empezó a fallar -es de carne y hueso, aunque no lo parezca- y Montenegro volvió a distanciarse sin remedio: ocho, nueve y hasta once puntos (62-51) a poco más de cuatro largos del final. Un par de ejemplos de esa superioridad, marcada por la desigualdad en el rebote: Perovanovic y Bjelica tuvieron hasta dos opanotaron tras dos opciones seguidas). Sin el acierto de Torrens y la tardía contribución de Sancho Lyttle, de Ana Cruz o de Elisa Alguilar España se quedó sin respuesta ante una Montenegro que en su primera participación en un Eurobásket ocupa un lugar entre las favoritas. Una derrota dura, pero tolerable para España, exponente del juego coral, y que no puede permitirse el lujo de depender de una jugadora. Por mucho que sea alguien como Torrens.