
El proceso de pseudoadaptación del lenguaje a la ideología políticamente correcta del progresismo militante, no conoce límites y, como en este caso, cae víctima de su propia estupidez. Dª Irene Montero, portavoz y novia del líder podemita, criticó a Toni Cantó por utilizar el término “guardería” al referirse al bebé de la Sra. Bescansa, a quien criticó de “chupar cámara”, por otro lado, acertadamente, toda vez que el asunto este de la criaturita no pasó de un postureo ocasional. La Sra. Montero, ofendida, explicó que “no se dice guardería, porque en esos espacios no se guardan a los niños y a las niñas, sino que con mucho trabajo se educa y coeduca”. La verdad es que difiero de nuestra líder morada; entiendo que más bien, en las escuelas, se “enseña” a los niños; la “educación” conviene traerla aprendida, en buena parte, de casa, y evitar de este modo, las situaciones paradójicas y vergonzosas que se viven en el medio “escolar” en general. Pero además, Dª Irene olvidó que el término “guardería” consta en el programa de Podemos, proponiendo su gratuidad hasta los tres años; se conoce que la formación difiere en el criterio educacional de la portavoz, o al menos, en la terminología políticamente correcta. No me imagino yo a la novia del líder mesiánico pidiendo disculpas al Sr. Cantó, pero creo que es lo menos que debería hacer, después de semejante metedura de pata. La imagen del día de hoy recoge el programa del partido en el que utiliza inequívocamente el término “guardería”.
