Eso me sucedió hacia fines de enero. Caminando por la Costanera Sur, que gracias al éxodo turístico se encuentra muy tranquila, muy relajada y luce un rostro de mujer muy bien presentada , me tope con esta sorpresa...
El monumento Al Taxista.La escultura, realizada por el artista Fernando Pugliese, esta realizada con un polímero que simula bronce, es muy resistente a la intemperie y luce muy bien.
Representa a un taxista calvo y de bigotes apoyado sobre el techo de un taxi del clásico modelo Siam Di Tella.
El Siam Di Tella fue el modelo de auto preferido por los taxistas porteños, en una época.
El monumento que fue donado por el Sindicato de Peones de Taxis a la Ciudad de Buenos Aires, se encuentra ubicado en la plazoleta de la avenida de los Italianos y Macacha Güemes, en el barrio de Puerto Madero. Se eligió este lugar por ser cita de los taxistas para tomar café y además forma parte del recorrido del bus turístico que transita por nuestra ciudad.
La ciudad de Buenos Aires es recorrida por 38.600 taxis cada día, trabajando en ellos alrededor de 70.000 personas.Los taxistas son conocidos en la jerga popular como "tacheros", nombre que a ellos no les gusta mucho y cuyo origen no es totalmente conocido. Algunos dicen que derivaría del fabricante de los primeros relojes para taxis, Maurice Tachon's, otros que la palabra tacho se utilizaba para mencionar el tamaño de los primeros relojes utilizados en los taxis.La actividad se remontaría al siglo XIX, allá por 1860, donde existirían las primeras carretas con números de patentes, el sistema fue oficializado en 1902 y en 1967 se le aplicó el diseño actual de techo amarillo y el resto del vehículo negro.Transitan nuestras calles (en estos momentos poseen sendas preferenciales) enloquecen nuestro tránsito, marchan lentamente cuando esperan recoger un pasajero, para partir como espantados cuando ya están ocupados, son un personaje más de Buenos Aires, ¿podríamos vivir sin ellos?... imposible imaginarlo. Viajar en un taxi de la ciudad y tener una conversación con un taxista puede ser una experiencia de diván o una larga disertación política. Por eso este monumento, además de estar muy bien realizado, llenarnos de nostalgia, esta muy bien merecido.Hoy la invitación es a conocer el monumento Al Taxista.