No hace mucho, Mario Dehter me hizo una entrevista y uno de los temas que tocamos fue el del auge que están teniendo en este momento los MOOC. Aprovechando que en estos momentos me he apuntado a un curso de creatividad basado en estos principios, creo que es interesante volver a tocar el tema.
Para algunas personas, esto va a ser el futuro de la educación y las universidades ya se han de posicionar en este sector para garantizar su continuidad. Es la nueva revolución pedagógica que está llamando a las puertas.
Como suele pasar, es muy distinto tener que vender periódicos (o blogs o lo que quieras) y otra totalmente diferente la realidad. Si cada vez que un medio o un canal nos dijera que la siguiente revolución va a cambiar el mundo, ahora mismo seríamos todos calvos, llevaríamos lentillas conectadas a internet, e iríamos a trabajar en mini-drones en vez de usar el autobús o el metro.
No creo que lo que son las universidades, o lo que deberían de ser las universidades, hayan de cambiar o adaptarse al mundo de los MOOC. El conocimiento que se supone que se imparte en estos entornos, basado en profundidad de conocimientos, comprehensión de la información, análisis, etc… no puede realizarse usando alguna de las plataformas online existentes. Se podría hacer usando sistemas de e-learning, pero no un MOOC. Hay una relación más estrecha entre profesores y estudiantes, un control de la información enviada y aprendida que ha de ser mucho más personalizada y dedicada que unos simples vídeos colgados en internet.
La ventaja evolutiva de los MOOC, que considero que han llegado para quedarse pero no para suplantar a nadie, es que te permite tener una visión bastante superficial sobre algunas temáticas. Para mi es útil si quiero saber de que va una tendencia, o aprender un poco más de análisis estadístico, es decir, en vez de leerme un manual me apunto a un curso y tengo recursos multimedia que me pueden facilitar la comprensión. También puedo recurrir a foros, que no siempre funcionan, e intentar solventar las dudas e inquietudes que me surjan.
Del mismo modo que puedo ir adquiriendo conocimientos genéricos sobre muchas áreas, si alguna de ellas despierta mi interés, puedo investigar más, puedo dar el salto a una formación más estructurada: masters, etc… sin tener que arriesgar mucho dinero porque ya sabía que la temática me interesaba.
Por otra parte, estos cursos, pueden servir como prueba gratuita para las universidades. Si ofrecen un curso sobre Marketing y es realmente bueno, la gente que quiera mejorar esta habilidad es más probable que vaya a la misma universidad para preguntar y recibir un curso avanzado. Es el siguiente paso de la estrategia Freemium para este tipo de entidades educativas.
Película: The Matrix
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