Moonlight, la película que Diamond Films estrenará en España el próximo 10 de febrero, es un acto de amor desarrollado de forma sensible y poética; un canto a encontrar tu verdadero yo aunque la adversidad y la soledad te acompañen. Todo contado a través de un relato intimista y casi anónimo de uno de nosotros.
El film está narrado a través de tres personajes principales (todos la misma persona, Chiron) en tres tiempos distintos, y que gracias a la impecable y deliberada decisión de dotarlos del mismo aura (no buscando realmente el parecido físico), transmite empatía y engrasa la maquinaria que permite entrar en el film y seguir la vida que guía a este sencillo hombre a ser quien es (por dentro y por fuera). Aunque a fin de cuentas, te preguntas: ¿quién es él en realidad? Quizá la respuesta es que todas esas personas y a veces ninguna de ellas.
De Moonlight se pueden decir muchas cosas, pues el film tiene constantes puertas y referencias que te llevan a conectar más con él (como el origen grecolatino del nombre del protagonista -del centauro - y su relación con ser distinto al resto, o el uso de la cámara para contextualizar a la vez que aportar realismo), pero primordialmente, lo que pesa en esta película es que te invita, a través de un relato intimista, a encontrar tu lugar en el mundo.
Virginia Woolf una vez dijo: " Los ojos de los demás son nuestras cárceles, sus pensamientos nuestras jaulas." Y aunque Chiron se lleva esta sensación de la niñez a la edad adulta, convirtiéndose en una persona distinta ante nuestros ojos (debido a que los demás no aceptan quién es él en realidad), la película habla de cómo el amor de los otros nos ayuda, nos puede guiar y reforzar, aunque no consigamos lidiar adecuadamente con el mundo que nos rodea.
Moonlight es una historia sencilla y llena de sensibilidad, que cuenta mucho a través de sus silencios, sus imágenes y su música (excelentes fotografía y banda sonora), transmitiendo un mensaje universal: decide quién eres, aunque te sientas triste, impotente o frustrado; puede que, por el camino, el amor de los demás rebaje tu carga.