Mora de Rubielos, la imponente presencia en la sierra de Gúdar

Por @asturiasvalenci Marian Ramos @asturiasvalenci

Vista hacia Mora de Rubielos desde el paseo de ronda de la muralla

Pueden inducirnos a confusión los nombres de estos dos encantadores pueblos medievales de la sierra de Gúdar. Pero cuando recordemos que Mora de Rubielos sorprende por su impresionante castillo y su excolegiata sabremos diferenciarlo de Rubielos de Mora. Circulamos por carreteras secundarias de Teruel. Si llegamos a Mora de Rubielos y buscamos su casco antiguo enseguida sabremos donde se encuentra porque a la derecha se alza como una mole robusta, como una prolongación del promontorio, el castillo-fortaleza de los Fernández de Heredia.

Mora de Rubielos es un pequeño pueblo de trazado medieval que se encuentra en un valle relativamente llano entre campos de cereales y al abrigo de algunos bosques de pinos, carrascas y enebros. 



La sierra de Gúdar está compuesta por pequeños pueblos montañeses que se pierden entre barrancos y valles y otras villas monumentales testigos de la historia de esta singular comarca de Teruel. Y Mora es una de ellas con un majestuoso castillo, una grandiosa excolegiata, lienzo de muralla con sus torres, palacios renacentistas, calles empredadas, casonas típicas aragonesas… ¿La visitamos?Surgió Mora de Rubielos de aquella época en la que los cristianos iban ganando terreno a los musulmanes. Fue reconquistada por Alfonso II de Aragón en 1171 y pasó como propiedad por varios señores hasta que terminó perteneciendo a Fernández de Heredia. 


Mora de Rubielos desde el lienzo de muralla


En las villas amuralladas se construían calles en su interior y el pueblo iba creciendo. Lo portales se abrían en las murallas hacia los caminos más transitados. Con el paso del tiempo y la desaparición de las guerras, las aldeas fueron creciendo y fue necesario derribar las murallas. Pero no todas. Muchas fueron reconstruidas y aunque no en su totalidad, si en parte.Durante la segunda mitad del siglo XIX comenzó el declive de estas tierras acentuado en el siglo XX a causa de la Guerra Civil. Después de la contienda, los guerrilleros optaron por refugiarse en estas montañas aisladas y sobre todo en sus masías, lo que provocó que muchos masoveros huyeran y más tarde estos edificios quedaran abandonados. Si llegamos desde la Autovía Mudéjar es mejor que al cruzar el puente giremos hacia la derecha en dirección hacia Rubielos de Mora y busquemos aparcamiento. Si nos dirigimos hacia Alcalá de la Selva saldremos enseguida del pueblo sin poder aparcar. 

Puente del Milagro

Queremos hacer un recorrido diferente. Por eso nos dirigimos hacia el puente del Milagro. Escogemos el paseo que hay al lado del cauce y que vemos que va girando hacia la excolegiata. 


Portal de las Monjas

El Portal de las Monjas nos introduce en una recoleta plaza a los pies de la iglesia y en uno de los lugares con más esencia de Mora de Rubielos, la calle de las Parras

Detalles de la calle de Las Parras

Luce con sus casas típicas aragonesas, blancas o de piedra, ventanas y balcones de madera y forja, picaportes y grandes aleros de madera tallada. Con elaboradas rejerías en ventanas y puertas o con grandes escudos nobiliarios. 

Calle de las Parras


Lo primero que vamos a ver desde el exterior de Mora es su castillo y la Excolegiata de Santa María. Ésta última es la representación del poder eclesiástico vinculado a la familia Fernández de Heredia. Podemos permitirnos un paseo por su perímetro para contemplar una de las iglesias más grandiosas de Aragón. 


Excolegiata de Santa María. La segunda más ancha de España. La primera es la Catedral de Gerona


La encontraremos cerrada excepto en horario de misa. Así que hay que esperar a que las campanas de las siete y media de la tarde nos avisen para que podamos ver un interior sorprendente. 


Este edificio que comenzó siendo una humilde iglesia parroquial fue declarado colegiata en 1454. Recibió muchas críticas del pueblo este templo gótico por el gasto enorme que supuso la piedra tallada que traían de una cantera cercana. Sobre todo llama la atención su portal con numerosas jambas escalonadas, sus ventanas góticas, los robustos contrafuertes y su torre cuadrada de cuatro cuerpos.

Daba cobijo a veinte monjes. Debido a la desamortización de Mendizábal perdió el rango de colegiata y comenzó su declive. Durante la Guerra Civil fue saqueada y desmantelada conservándose su rejería y el coro. Un templo gótico de una nave con capillas entre los gruesos contrafuertes. En aquellos tiempos en los que Mora estaba amurallada, el castillo y la iglesia estaban unidos. Fue declarada Monumento Nacional.

Interior de la Excolegiata de Santa María


Los incendios que sufrieron en 1544 la colegiata y en 1700 el castillo arrasando la biblioteca y los archivos hicieron muy difícil la reconstrucción histórica de la villa.La altura de su castillo y la pendiente en zigzag que hay que superar nos da una idea de lo que nos podemos encontrar en su interior. Incluso en la subida existen aspilleras en los muros. Vamos a entrar por la puerta de intramuros,  aquella que se quedaba en el interior de la población. Es menos poderosa que la de extramuros que es la que podemos ver si bordeamos el perímetro de la fortaleza. Estaba más reforzada gracias a un puente de madera que se elevaba ante el foso y por las dos puertas cerradas con trancas y forradas de planchas de hierro.


Castillo de los Fernádez de Heredia


Este robusto castillo fue edificado entre los siglos XIV y XV por una de las ocho grandes casas de Aragón, los Fernádez de Heredia. Lo hicieron sobre restos de una fortaleza árabe que ya existía en la época de la Reconquista. Se levantaron sus muros siguiendo la continuidad del promontorio rocoso donde se encontraban. Fortaleza que fue resistiendo a la historia, avatares, batallas y el tiempo, pero que la fueron dañando gravemente. Una extraordinaria restauración nos permite imaginarnos como fue en otras épocas.


Patio de Armas


Muros que dan la sensación de que formaron parte de una fortaleza si lo observamos desde su exterior. Sin embargo, su interior nos va a sorprender por la belleza de sus salas dedicadas a acomodar la residencia de su señor. Castillo que sirvió de bastión durante las guerras carlistas y que se convirtió en cuartel-calabozo durante la Guerra Civil. En la postguerra sirvió como cuartel de la Guardia Civil hasta que se inició la reforma del edificio. Desde esta puerta vemos la villa desde las alturas, los lienzos de muralla, las dos torres y el calvario. Otra de las perspectivas diferentes de Mora de Rubielos.

Alrededor del patio central porticado existen varias salas visitables románicas que son las más antiguas del castillo. Bajamos hacia las caballerizas donde existe un pequeño museo etnográfico. Esta sala estuvo destinada a ser la cárcel del distrito.


Ventana del calabozo

En una de las esquinas del Patio de Armas se encuentra la bajada al calabozo. Mucho cuidado con las estrechas escaleras que están muy inclinadas. Los grabados que podemos ver en alguno de sus muros los hicieron los maquis que fueron aquí encarcelados. En aquellos tiempos una pequeña aspillera con reja daba algo de luz natural y servía como respiradero. Actualmente la vemos forrada de alabastro para que se filtre la luz y con las marcas en los muros donde iba alojada la rejería.

El salón es una sala muy amplia con enormes vigas de madera y ventanas cerradas en su parte más estrecha con alabastro para proporcionar luz.Lo que fue la alcoba del señor parece una sala fortificada. De hecho era aquí donde se refugiaba si daban la voz de alarma de algún ataque. Anchos muros alojados en la torre con un ventanal muy profundo que se encontraba en línea con la pequeña ventana del calabozo. Dicen que al señor le gustaba escuchar por la noche las lamentaciones de los prisioneros.


Fíjate en la gran diverdidad de las marcas de cantero que hay en los muros

La escalera de caracol bajaba a las salas subterráneas donde se encontraban las alacenas y despensas. También era utilizada como saladero de carnes por el desagüe que existe en el suelo. En la bóveda vemos por donde subían y bajaban los alimentos. Pero lo que más llama la atención son las numerosas marcas de cantero diferentes que vemos. Nos va a llevar todo el tiempo que queramos distraernos con los símbolos que iban dejando las cuadrillas. Incluso en la misma escalera original hay muchísimos.

Bajamos a la cripta donde enterraban a los señores de estas tierras. Arriba vemos de nuevo un agujero llamado buhedera por donde bajaban el cuerpo después de celebrar la misa. En el nivel superior y con entrada desde el mismo Patio de Armas nos encontramos la capilla que destaca por el escudo de los Fernádez de Heredia. El patio de armas del castillo sirve como escenario de numerosos eventos y festivales como el de ‘Puerta al Mediterráneo’.

Para entrar en el casco antiguo de Mora de Rubielos lo hacemos por el Portal de Alcalá, el más escondido de todos y el que nos puede llevar hacia el lienzo de muralla y las dos torres que hemos visto desde lo alto del castillo. Pero hemos descubierto un pequeño truco para llegar hasta ellas desde el mismo pueblo, así que entramos en la villa para recorrer sus calles, algunas de ellas, empredadas. 



El Portal de Alcalá o de los Olmos era el más importante de Mora y el más difícil de defender. Sus dos torres y un puente que las une dan el carácter robusto. 


Portal de Alcalá

Desde aquí lanzaban las piedras y flechas ardiendo a los atacantes que se atrevían a llegar al portal. 

Desde la plaza de la Villa, donde destaca el Ayuntamiento de estilo herreriano, podemos escoger varias callejuelas de esencia medieval. 


Aleros de artesonados de madera, rejería típica aragonesa y cerámica

Ayuntamiento


Para encontrar otro de los portales tenemos que pasear por la calle Villanueva. Salimos por el Portal de Rubielos. Y si nuestra mirada la dirigimos hacia la izquierda veremos el lienzo de muralla y las dos torres separadas por unas simples escaleras. Así que, ¡vamos a subir hasta el paseo de ronda de la muralla medieval, las dos torres, el Calvario!

Impresionantes vistas del pueblo. Sus casas se disponen en torno a su castillo y la iglesia. Al fondo las bellas montañas de la sierra de Gúdar. Ha merecido la pena subir y transitar por el paseo de ronda.


Paseo de ronda de la muralla


Regresamos en dirección hacia la carretera de Rubielos de Mora. Vamos a descubrir un pequeño secreto. Andamos hacia el puente del Milagro. La Casa de los García Herranz destaca por sus muros blancos ante su rejería negra y la espadaña de hierro forjado que tiene una pequeña campana y su balcón de hierro al estilo rococó con la azulejería valenciana. 


Casa de los García Herranz y hornacina con la Virgen del Pilar

En la fachada que da a la plaza hay una hornacina con la Virgen del Pilar. En esta calle se encontraba otro de los portales de Mora de Rubielos, el de Albentosa, que tenía la imagen de la virgen aragonesa. La construcción de la carretera obligó a derrumbarlo y la escultura fue trasladada a esta fachada. 

Mora de Rubielos fue declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1978. Se encuentra en comarca trufera, condimento estrella de los platos más elaborados de Gúdar. Puedes degustar su alta gastronomía en el Hotel Trufa Negra. 


Hotel La Trufa Negra


Es interesante conocer el horario del castillo para planificar tu escapada. Cuando acudas a verlo puedes consultar todas las opciones que existen en la sierra de Gúdar - Javalambre para conocerla porque la Oficina de Información y Turismo ha sido trasladada aquí. Por cierto, muchas gracias por la amable atención a los que nos encontrábamos dispuestos a visitar el castillo.

Si te gustan las ermitas, Mora de Rubielos tiene una pequeña ruta para conocerlas que inicia su recorrido antes de cruzar el puente de la carretera:  San Roque, Soledad y San Miguel. 

Si te interesa conocer el trazado del Camino del Cid por esta comarca puedes consultar en la web oficial: Camino del Cid



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