Morenés: un ministro machista de puerta giratoria completa

Publicado el 12 marzo 2015 por Rgalmazan @RGAlmazan

Este ministro de defensa tiene su aquel. Es un tipo de apariencia discreta, de los que mata moscas con el rabo sin aspavientos y con opacidad absoluta. De los que mantiene en una institución opaca, como el ejército, valores como “la omertà”.

En primer lugar, podemos afirmar –así ha ocurrido en los tres años del gobierno pepero y sucederá en éste también— que el primer engaño que nos sueltan, desde Defensa, es el presupuesto, puesto que se aprueban cerca de seis mil millones, pero teniendo en cuenta que algunas partidas de defensa van a otros ministerios y que además siempre se amplían créditos extraordinarios de importe que oscila entre 1000 y 3000 millones de euros, lo que ocurre es que el presupuesto que se aprueba queda lejos de lo que realmente se gasta, escondido en vericuetos y trampas más o menos legales, pero con el objetivo de que siempre parezca mucho menos de lo que es realmente.

Por otro lado están los acuerdos que España establece con otros países para vender armas. Así, aparte de varios países europeos, la España de Morenés vende armas a países como Venezuela –a pesar de las críticas que le hacen a este país— y a países totalitarios como son Marruecos o Arabia Saudí, o a países violentos y belicos como Israel, donde los derechos humanos se conculcan constantemente.

Y no sólo se venden armas a los países enunciados, además con gran desvergüenza por un lado se ataca constantemente, con mayor o menor razón, a un país como Venezuela, mientras que por otro lado a su presidente Maduro –alguien al que constantemente el PP pone de ejemplo de gobernante totalitario y sanguinario— le califica, de forma hipócrita, como “gran amigo”.

Y qué decir de su comportamiento con los desmanes que se producen en el ejército. Que se lo digan al capitán Luis Gonzalo Segura, juzgado por la Justicia Militar y condenado a prisión por denunciar la corrupción dentro de la institución. O lo acontecido en estos días, una desvergüenza total, en el parlamento, ya que a una denuncia por acoso sexual y laboral probado de una capitana a un teniente coronel, el ministro no sólo ha hecho caso omiso sino que acusa a la acosada de ensuciar el nombre del ejército, lo que denota un machismo recalcitrante ¡Hay que tener cara dura!

Pero esto no es todo. Se ha descubierto que este ministro que viene de una empresa de armas, Instalanza (ya engañó nada más ser nombrado ministro, diciendo que había dejado la empresa de armamento en 2009, cuando se ha demostrado que ha estado de alta hasta dos meses antes de ser nombrado ministro) ha adjudicado 32 contratos a su antigua empresa, sin precisar ni la cantidad total que se ha adjudicado a Instalanza, ni si los contratos han sido adjudicados a dedo. Se sabe de algunos contratos de varios millones adjudicados de forma directa, sin concurso.

O sea que vino de esa empresa de armas y una vez ministro beneficia a la que era su empresa. ¿Qué lazos oscuros mantiene el ministro todavía con esa empresa para que la beneficie de esta forma? Un caso claro de puerta giratoria, y veremos si cuando termine su mandato de ministro no vuelve a Instalanza –me temo que sí— lo que cerraría el círculo de puerta giratoria completa.

En fin, otra más de este gobierno mentiroso y ocultista, otra más que demuestra cómo actúa. Y en concreto, este ministro lo que ha hecho es soltar dinero público a una empresa en la que él era consejero hasta ser ministro.

Ya está bien, este ministro incapaz de defender los derechos humanos dentro de su ejército, demostrando una insensibilidad y un corporativismo indigno, debería dimitir y así habría ocurrido en cualquier país de nuestro entorno, aunque ya sabemos el apego que los ministros de este gobierno tienen a sus sillones.

En fin, un ministro –otro más— capaz de mentir, de saltarse los derechos humanos, de favorecer negocios opacos, de defender a jefes militares acosadores y ferviente acusador de militares cuyo único delito es denunciar las vergüenzas que todavía existen en el ejército español. Una clara prueba de quién nos gobierna. Esperemos que por poco tiempo.

Salud y República