Me han gustado muchísimo por el contraste entre lo cómico de la situación (sus obsesiones con las hernias, los partos y con el resto de miedos de un médico novato) y lo trágico del día a día (los casos a los que debe enfrentarse, de todo tipo y a todas horas).
Es una delicia, en serio, aunque desaconsejo completamente su lectura a todas aquellas personas que sean aprensivas. Tanto detalle en las intervenciones y operaciones puede hacerles remover el estomágo.