El director del anime es Kenji Kamiyama, el mismo que hizo Blood: el último vampiro o Ghost in the shell. La verdad es que el anime no está nada mal pero es bastante suave y nada violento (para mi gusto).
La historia da comienzo cuando Balsa, una lancera guardaespaldas rescata al segundo príncipe del impero Yogo de un accidente. Mas tarde se enterará de que en realidad es el emperador quien intenta asesinar al joven príncipe Chagum, ya que que ha sido poseído por un demonio del agua, el cual aparece 1 vez cada 100 años para provocar una gran sequía en el reino. Balsa será contratada por la emperatriz (la madre de Chagum) para hacerse cargo de la vida del príncipe. A partir de aquí recorrerán un largo camino, perseguidos por el ejercito imperial, para encontrar respuestas a la posesión y además poder salvar sus vidas. Chagum pasará de los más exquisitos manjares y riquezas a la vida humilde y campesina. A Balsa y a Chagum los acompañarán el herborista Tanda y la venerable Torogai, una chamán muy sabia y pecualiar al mismo tiempo.
Me esperaba más acción pero el resultado tampoco ha estado mal, aunque sigo diciendo que no es la temática que más me interesa y entretiene. Los doblajes de Balsa y Chagum no son gran cosa y se nota y el final me parece muy previsible y precipitado.
Resumiendo, le doy un 6 por que a veces me aburrí y eso es muy significativo. Cuando un anime es bueno de verdad te enamoras de los personajes y deseas que no se acabe nunca mientras que piensas que cada capítulo es único.
Asi que a Moribito le doy un 6.