Piensa un deseo!
A mí, siempre me ha llamado la atención escuchar, cuando la gente verbaliza como les gustaría morir, frases como yo quiero morir tranquilamente o plácidamente. Luego añaden sin sufrir, y sin dolor, por lo que el sufrimiento parece ser el temor principal. Yo no me dedico a la asistencia, y en esta ocasión mi opinión es fruto de lo poco que he vivido en este campo en primera persona.Mi abuelo, pasados los 90 y ya con muchos achaques, decidió "morirse tranquilamente en casa". Sí, sí, como si él hubiera tomado la decisión. Llamó a hijos y nietos y fue despidiéndose uno a uno con cariño, serenidad y una sensación de paz, que hoy, más de 25 años después no he podido olvidar. Hace poco, hablando con Carlos Nuñez me comentó, él que está en una unidad que a menudo se encuentra con la muerte de frente, que los extranjeros muchas veces afrontaban el final de modo diverso al habitual en nuestro país. Por lo que parece, el "irse a morir a casa" es una práctica frecuente en el extranjero y bien pensado, no es mala idea. Si se puede, no es mejor despedirse "de todo lo de aquí" en tu casa, con tus cosas, con tus seres queridos? Y no es mejor hacerlo cuando todavía puedes decidir?
Y teniendo en cuenta, que nunca va ser un buen momento para morirse, que no sé si deberíamos dejarlo todo atado y bien atado por lo que pueda ser, que no sé si me gustaría despedirme o irme en un suspiro, lo que sí que sé es que de una manera o de otra todos nos vamos a ir. Como decía mi abuelo, aquí no se queda nadie para simiente de rábanos. Por todo ello, a mí también me gustaría morirme tranquila y plácidamente.