Becky Fuller es productora del típico programa local, matinal de noticias, de esos que abundan tanto en Estados Unidos. A Becky le encanta su trabajo y está obesionada con su Blacberry, tanto, que apenas tiene tiempo para los chicos... Pero un día sus planes cambian y es fulminantemente despedida. A pesar de las súplicas a su jefe no hay vuelta atrás y la chica tiene que abandonar su puesto de trabajo.Un mes después su suerte cambia (o eso cree) y por fin recibe una llamada telefónica: tiene un puesto de trabajo esperando en otro programa matinal de Nueva York: 'Daybreak'.Pero a pesar de su felicidad y energía las cosas no empiezan como hubiese deseado: se tiene que enfrentar a un equipo difícil y atípico, empezando por Collen- presentadora- y acabando por Mike Pomeroy: es un periodista excepcional pero sin hueco en la televisión actual. Eso sí, con un humor de perros.Con este panorama Becky tiene que conseguir que la audiencia remonte pero todos su esfuerzos son en vano y todo va de mal en peor, así pues las cartas están encima de la mesa: o sube la audiencia o se acaba el programa.Los desplantes de Pomeroy no ayudan y sólo cuando se enfrenta con Collen en directo, el público se engancha! Así que Becky tendrá que inventar artimañas para que esa situación se mantenga.Por supuesto no podía faltar el amor y la joven productora no tardará en conseguirlo...
Como he dicho, 'Morning Glory' es un libro ameno, divertido y cargado de simpatía y momentos hilarantes que a mí por lo menos me ha hecho sacar más de una sonrisa. El peso del argumento lo lleva Becky pero los mejores momentos son los que nos brinda Collen y Mike y sus gritos y peleas en directo.Es una novela sencilla, con un estilo muy ágil y no demasiado larga. Eso sí: previsible, pero... eso tampoco es malo, ¿no?. Le doy un 8.