Morosos Imperdonables: La vida de los otros- Florian Henckel von Donnersmarck -2006

Publicado el 20 agosto 2010 por Pabela

Siempre sostuve que, al menos en mi caso, el éxito de recepción de un film es casi directamente proporcional con el humor o predisposición necesario para su visionado. Y ahora reafirmo la creencia que-al menos los cinéfilos- debemos tener una especie de reloj interno que nos dice cuándo ver específicamente ciertos films. Sino no me explico cómo dejamos pasar a veces títulos que medio mundo nos recomienda y que posteriormente conseguimos, como mi caso grabado en el DVR, y pasamos otro buen rato hasta que la vemos finalmente.
Del argumento de La Vida de los otros la verdad no sabía nada, simplemente que era una película recomendada por medio mundo, que había ganado el Oscar a la mejor película extranjera en su momento, que había arrasado en festivales y que era alemana, lo que para mí es - como el cine francés- ya una muy buena referencia.
Donnersmarck habiendo pasado por la realización de cortos de pronto salta con un largometraje estupendo, conmovedor, ambientado en una Alemania dividida; escribe un guión sobre un momento particular de la historia Alemana pero que de a poco se abre hasta lo más universal del mundo y todo con una historia relativamente sencilla, nada pretenciosa, bien contada, claramente expuesta.
Wiesler es un agente de la Stasi, el gran hermano del gobierno de la Alemania socialista. Su ocupación es entrenar nuevos agentes e interrogar sospechosos de disidencia, en su mayoría como siempre artistas. Él mismo es quien mete la sospecha a la Stasi sobre Dreyman, uno de los pocos dramaturgos y escritores considerados como "limpios", y ahí mismo se le encarga la misión de vigilarlo sobretodo con escuchas. Pero esta misión no será fácil: entrar en la vida de los otros es también entrar en la propia. Como si de una obra más se tratase, la vida de Dreyman y su mujer, la actriz número uno de entonces, cambiará de pronto su vida. Wiesler se convierte en parte integrante del mundo del dramaturgo sin que este siquiera lo sospeche.

Ahora puede haber algún spoiler si no la viste!

Uno termina preguntándose en definitiva quién salva a quién. Wiesler es finalmente un hombre bueno pero ¿lo es porque siempre lo fue o porque su contacto con Dreyman lo ha cambiado?. Esto es lo maravilloso de esta película. No hay estereotipos, no hay malos ni buenos. Hay quienes creen en algo y quienes se oponen a ese algo, como todo en la historia de la humanidad; pero Donnersmarck no se mete a plantear reflexiones ya remanidas en este tipo de contextos, sino que de lo particular ahonda en lo universal. Esas acciones que día a día uno puede decidir realizar o no, como quebrar ideas y normas en favor de lo que se sabe está bien. Esta es la historia de un hombre que finalmente tira su vida por la borda (posibilidades de ascenso, tranquilidad personal, fidelidad al sistema) para salvar la vida de otro, otro que no entenderá sino hasta años después, cuando ya ha caído el muro, cuando la vida de toda Alemania ha cambiado, cuando las heridas pasadas se guardan en ficheros, que se salvó porque hubo un hombre bueno, un ángel custodio que lo guardó de la desgracia.
Y la literatura como gran gracias es el mejor final de agradecimiento. Uno ve la escena de Dreyman en taxi siguiendo al ahora Wiesler cartero de la ciudad, lo ve apearse del coche y arrepentirse y entonces uno se desespera. Queremos que vaya hasta él, que le hable, le diga algo, un simple gracias. ¿Pero eso es suficiente?. Entonces otra vez, el film nos devuelve la mirada al mejor agradecimiento: un libro. La historia del hombre bueno, Sonata para un hombre bueno, contada al mundo, dedicada a él, dedicada a ese hombre bueno que representa a todos los hombres como él.
Un film hiper recomendable, con excelentes actuaciones y escenas brillantemente logradas- como la del ascensor por solo citar una. Un reparto que decidió trabajar con una quita del 20 % para que pudiese cubrirse todo con los apenas 2 millones que costó el film. Una música inspiradora, realmente conmovedora que el director logró tras pasarse un buen tiempo traduciendo el guión al francés para convencer a Gabriel Yared que trabajase en el proyecto. Una deuda más que saldada.

♥♥Si te gustó este artículo regalame un comentario o invitame un cafecito pinchando sobre las publicidades!Gracias!♥♥