Morrissey (2014) BarclayCard Center. Madrid

Por David Gallardo @mercadeopop
Lugar: BarclayCard Center. Madrid
Fecha: 9 octubre 2014
Asistentes: 5.000 personas
Artistas Invitados: -
Precio: 56 euros
El divo hercúleo de pomposidad infinita lo pone difícil
Y después de semanas, meses y años lanzando al mundo disparatados titulares, Morrissey se hizo al fin carne de canción este jueves en el BarclayCard Center de Madrid, ante una enfervorizada parroquia que esperaba con una mezcla de ansia y curiosidad su regreso a la capital después de seis años.
Un recital musculoso, pomposo, grandilocuente, peculiar, irregular y difícil. Todo eso y más. Porque él es de ese tipo de gente que si puede complicarte la vida, te la complica. De los que saben que si te pueden facilitar las cosas, no te las van a facilitar porque básicamente no les da la gana.
Imágenes de cogidas de toreros ya antes de empezar el recital mientras suena música del propio Morrissey, que se hace carne en el escenario como un figurín. Cincuentón pero figurín. "Tengo buenas noticias para vosotros", dice tranquilamente a modo de saludo antes de empezar con una de su anterior banda, The Smiths, 'The queen is dead'.
Me habría encantado poder preguntarle qué opina de la nominación de The Smiths para entrar al Rock and Roll Hall of Fame, que precisamente conocimos ayer. Supongo que en una respuesta de 30 segundos podría regalarnos 7 titulares. Eso es lo que hace en las entrevistas, y por eso resulta curioso comprobar que en sus conciertos apenas habla.
Pero es que, como sucede con los grandes personajes, su discurso no necesita palabras. Sencillamente acontece y se desarrolla con temazos bárbaros como 'Speedway', que suena antes de que vuelva a arremeter contra las corridas de toros en 'The bullfighter dies', otra vez con imágenes de cogidas en las pantallas. "The shame of Spain", remacha con solemnidad entre los vítores de los suyos.
Suena 'I'm throwing my arms around Paris' y es a partir de aquí cuando el concierto se pone complicado, pues Morrissey decide adentrarse en composiciones nada complacientes con su legado más festejado. Su capacidad interpretativa y su fluir de alguna manera mitológico sobre las tablas sostienen un concierto en el que cuesta adentrarse a pesar de 'Instambul' y 'Earth is the loneliest planet'. Pero esta no es una noche de grandes éxitos, amigos, esta es una noche para iniciados.

Parte del público se dispersa, mientras otra asiste engatusada al devenir de los acontecimientos con un sentimiento de 'lo que tenga que ser será'. Cuando ya comenzaba a ser irritante la cantidad de gente que alumbraba en la oscuridad con la dichosa pantallita de su smartphone, Morrisey pega un golpe de efecto con 'Everyday is like sunday' y súbitamente estamos en otro tiempo, en otro lugar, y la liturgia se abre accesible para todos los públicos en un karaoke tan previsible como necesario.
Turno después para volver a The Smiths con 'Meat is Murder' y un vídeo ciertamente asqueroso y duro con una de las cosas que más irritan a Morrissey, humanos matando animales. Después 'World peace is none of your business', la canción que da título a su más reciente álbum, cierra un concierto que realmente ha conseguido impactar en la concurrencia.
Hay tiempo para dos bises también de The Smiths con 'Asleep' y la enorme 'How soon is Now?', que literalmente avasalla con su épica y sus abusones graves. Cerramos así el círculo de una velada irregular, complicada, pero dirigida por uno de los personajes mejor construidos de la música pop de nuestro tiempo. Y en buena forma y sobrado de voz, a pesar de sus recurrentes problemas de salud.
Porque Morrissey tiene aura, desborda carisma y sabe perfectamente lo que quiere decir y cómo decirlo. Su estatus de deidad queda claro cuando se arrodilla en el escenario para dar la mano a los fieles de las primeras filas y los aullidos retumban en tres kilómetros a la redonda. O estás con él o estás contra él.
[FOTOS CEDIDAS POR LIVE NATION]