Mota del Marqués (Valladolid)

Por Yorga @javieramosantos

Al noroeste de Tordesillas, a través de la carretera N-VI, emerge en el paisaje del viajero la figura orográfica de Mota del Marqués, una pequeña localidad de apenas medio millar de habitantes que, sin embargo, alberga una historia serigrafiada con letras mayúsculas y estrechamente vinculada a la Orden Teutónica, una orden medieval de carácter religioso-militar fundada en Palestina en 1190, durante la Tercera Cruzada, mientras duraba el asedio de la fortaleza de San Juan de Acre.

Población antiquísima y dotada de gran tradición histórica, en el término municipal de Mota del Marqués se han hallado restos de la Edad del Bronce y de la del Hierro (zona del Teso de San Miguel), así como vestigios del paso y la ocupación romana de la península ibérica. Sin duda, un lugar con historia. De la buena.

Ayuntamiento de Mota del Marqués./MARC912374

En su origen, la villa donde se establecieron los teutónicos se llamaba Santibáñez de Mota, para luego pasar a ser Mota de Toro y Mota del Marqués a partir del siglo XVI. La población fue cedida en 1222 a la Encomienda de la Orden de los Caballeros Teutónicos de Prusia por Beatriz de Suabia, esposa del rey castellano Fernando III El Santo.

Ya en el siglo XIV Alfonso XI la donó a don Juan Alonso de Benavides. Sus sucesores la vendieron a Rodrigo de Ulloa, Contador Mayor de los Reyes Católicos. En el siglo XVIII, Mota del Marqués fue agregada a la provincia de Valladolid y el marquesado antiguo de Ulloa, propietario del lugar, recayó en la casa de Alba. Es originario de aquí Pedro Calvo Asensio, nacido en 1821, que fue diputado, farmacéutico, escritor y director del periódico liberal y progresista La Iberia.

Impertérrito al devenir de los siglos, todavía permanece en pie el castillo de Mota del Marqués, aunque es mejor precisar que solo se conservan sus ruinas, en concreto un torreón. Fue destruido por los invasores franceses durante la Guerra de la Independencia. Levantado en el siglo XIII, durante el reinado de Alfonso X El Sabio, esta fortaleza fue una de las escasas posesiones de la Orden Teutónica en España.

Restos del castillo que perteneció a la Orden Teutónica./Salva Mendez

Precisamente a ese origen germánico se debe su peculiar Torre del Homenaje de planta circular y rematada con una cúpula, algo muy poco frecuente en nuestro país. En los días que no se vean invadidos por la niebla, el viajero podrá, desde esta atalaya, disfrutar de unas impresionantes vistas de la Sierra de Gredos.

Entre otros atractivos patrimoniales de indudable interés, Mota del Marqués ofrece al viajero la visita de la hermosa iglesia de San Martín (siglo XVI), con cabecera gótica, bóveda estrellada y una portada principal, plateresca, bellamente decorada. La Plaza Mayor del lugar se habilita, en ocasones, como coso taurino.

La otra iglesia a destacar es la que tiene como patrón al Salvador. Ubicada en la ladera que sube hasta la mota del castillo, se edificó en el siglo XVI, de la que tan solo permanece en pie la espadaña. Una de sus verjas que la circundaba está en Nueva York.

Iglesia de San Martín./Salva Mendez

Por su parte, el palacio de los Marqueses de Ulloa (siglo XVI, renacentista) muestra un patio abierto con miradores y jardines impresionistas. Mientras, existen dos ermitas en la villa vallisoletana: la del Cristo del Humilladero, barroca (siglo XVII) y la de Nuestra Señora de Castellanos, de estilo gótico-mudéjar.

Viajar por España a lo largo y ancho y ancho de su territorio depara al viajero sitios de tanto encanto como el caso que nos ocupa. Pese a que no se refleja en la convencionales guías de turismo, Mota del Marqués es un lugar no turístico de obligada visita para los amantes de la historia y el pasado. La máquina del tiempo no se detiene…

Dónde dormir: Hostal Botafumeiro; Carretera Madrid, 0 km 203; Mota del Marqués (Valladolid); teléfono: 983780199.

Dónde comer: Restaurante La Mota; Carretera Madrid, 0 km 202; Mota del Marqués (Valladolid); teléfono: 983780356.