Motivación. La mente

Por Bergeronnette @martikasprez
Hablaba el martes de la importancia de comunicar bien para lograr un buen estímulo en el niño. Eso me llevó, no solo a recordar lo que había estudiado, y lo que había conseguido proyectar en mis hijas y en mis alumnos, sino también a buscar más información.
Cuando llegamos al punto de comprender que la motivación depende en gran parte de nosotros mismos, y que los padres o los profesores, pueden actuar como agente motivador, es decir, que estimulan los procesos que ocurren en el niño, aprendemos que hay distintos grados de motivación, que serán los grados de conciencia con los que el ser humano actúa.
Y esto nos lleva a comprender que lo que para un niño es motivador, para otro niño no lo es. De ahí que tengamos que conocerlo bien para ayudarle y apoyarle. 
  • Un niño que quiere conocer el mundo que lo rodea, gatea, camina, corre, etc, en la medida en que encuentra los medios apropiados para hacerlo, va desarrollando la motricidad que lo lleva a elaborar procesos de pensamiento.
  • Cuando son más mayores, el aprendizaje de la lectura y de la escritura para tener la opción de comunicarse de una manera más amplia.
  • Un niño que aprende a jugar con una pelota, intentará con su cuerpo y sus manos controlarla, llevarla hacia donde quiere, etc...
Así podemos concluir que la mente va llevando al niño a desarrollarse y es este proceso, el que dependiente del adulto, se va volviendo progresivamente más autónomo e individual, al referirse más a la propia persona que lo lleva a cabo.
¿Te ha gustado? Este mes, ¡Mamá qué sabe! continua su -nuestra- propia revolución, con el mes de la motivación, podréis leer muchos más recursos en su página de fb, así como durante estos días en mi blog. Animaos a participar y a comentar.