Esto no es un artículo sobre motociclismo. Pretende ser un alegato al sentido común.
Para los profanos en la materia: Moto 2 es una de las tres categorías, la intermedia, del Campeonato del Mundo de Motociclismo. Es una categoría nueva, con motos de cuatro tiempos, mucho más grandes que las antiguas 250 c.c. Todas ellas llevan el mismo motor. Las diferencia el chasis y la puesta a punto. En ella han recalado pilotos que ascienden del 125, pilotos que bajan de Moto GP y pilotos que vienen de Superbikes y otras competiciones menores. Es un cajón de sastre (y desastre). Un total de cuarenta motos conforman la parrilla. Demasiadas. Son motos bastante grandes y no entran en la curva como lo hacen las de 125. Las montoneras y caídas en grupo son habituales en cada carrera. A lo largo de la temporada ha habido infinidad de accidentes. Algunos muy graves. Y el último de ellos mortal: el del japonés Tomizawa. Todos los que estábamos viendo la carrera nos hemos quedado paralizados. No era la primera vez que veíamos una caída espeluznante en Moto 2, pero ninguna como ésta, el cuello no engañaba. Estaba muerto en la pista. O casi. Murió de camino al holspital. Los comentaristas no articulaban palabra, el ganador, Tony Elías, no tenía ganas de celebrar su victoria. Pero la sensación era de resignación, como si todos los que viéramos habitualmente las carreras supiésemos que algo como esto iba a pasar tarde o temprano en Moto 2.
No es momento de buscar responsabilidades, esto es un deporte de riesgo y a veces sucenden accidentes (además de que el piloto se ha ido al suelo él solo y ha sido atropellado, una fatalidad), pero quizá sí sea momento de plantearse algunas cosas: creo que no se debería organizar un campeonato con cuarenta motos iguales en parrilla. Está bien buscar la igualdad, pero con cabeza. He de reconocer que Moto 2 es un espectáculo, siempre pasan cosas: caídas, errores, toques, bandera roja, pero precisamente por eso es una categoría demasiado peligrosa. Ni los amantes de la velocidad somos romanos en el Coliseo, ni los pilotos de motos son gladiadores...
Quizá rebajar el número de pilotos a 25 y flexibilizar el nivel de personalización de cada moto por parte de cada equipo, pueda ser una solución que evite espectáculos tan macabros como los que hemos visto con las caídas de Moto 2 de esta temporada. Accidentes que hacía ya muchos muchos años que no se veían por la tele.