Me encantan. Las coreografías así como muy comedidas, los peinados abultados como pelucones, los rabillos tan marcados, con los vestiditos todas conjuntadas, los juegos de voces. Son fantásticas.
No he podido remediar añadir uno de mis temas favoritos de la movida madrileña: Es especial. Una inusitada versión del grupo Burning sobre el anterior tema de las Shangri-las. Ahí va.