Mou, ¡así no!

Publicado el 30 agosto 2012 por Futbolgol

Primer título del año futbolístico en juego, primer título ganado, victoria ante el eterno rival en el propio campo después de varios años, se corta una mala racha de resultados, debuta el flamante nuevo fichaje que incluso está a punto de marcar un gol. Todo parecen buenas noticias para el Real Madrid pero la sensación que me ha dado el equipo no es tan buena.

Jugarle al Barça es muy complicado, para ganarle tienes que hacer un gran partido, para lograr una diferencia de más de 1 gol se tienen que dar una serie de circunstancias extraordinarias. Estas circunstancias se dieron ayer, equipo espoleado por un arranque espectacular, 2 goles a favor y la expulsión de un jugador contrario, era el momento de elegir entre conservar la ventaja obtenida y lograr el título en juego o lanzarte a por el rival herido para rematarlo, hecho que, si bien, a estas alturas de pretemporada no es definitivo, si puede suponer una ventaja moral para una temporada que se antoja de máxima igualdad.

La elección es del patrón del equipo, en este caso Mourinho que, como cada vez que se ve en la tesitura, prefiere nadar y guardar la ropa. Argumentos a su favor no le faltan, un palmarés repleto de los mejores títulos europeos, las fechas en las que se desarrolla el partido, el cansancio de una plantilla que todavía no tiene un buen pico de forma, minimizar el riesgo de lesiones en una competición que realmente no es más que un aperitivo de lo que queda…

El equipo dejó de apretar como hasta ese momento, se dedicó a contemporizar y lanzar pelotazos hacia arriba (algún que otro pase en largo se coló también) y a aguantar, con teórica comodidad, los envites culés. El resultado fue que, pese a que pudo marcar más goles, quedó expuesto en demasiadas ocasiones, obligando, una vez más, a Casillas, a realizar varias actuaciones de mérito para preservar el resultado.

La base del planteamiento de Mourinho es que con la tremenda pegada que tiene el equipo, la excelente pareja de centrales, uno de los mejores porteros del mundo y un excelente pasador en largo es suficiente para afrontar un partido contra cualquier equipo. Lo cierto es que, contra el Barça, todos y cada uno de tus componentes tiene que jugar rozando a la perfección, tu centro del campo tiene que servir para algo más que para incomodar a los contrarios, es obligatorio el intentar cuestionarle la posesión a los culés. En definitiva, hay que jugar como en los primeros 30 minutos, sin bajar tanto el pistón.