Es noticia que el entrenador más mediático del mundo y uno de los mejores futbolistas , se hayan enfrentado tras un partido en el que resultaron ganadores. Es escandaloso tanto el dinero que ganan ambos profesionales, como el hecho de que la trifulca doméstica pueda alcanzar las novedades de la prensa nacional no especializada en deporte. Un avezado cirujano capaz de trasplantar un hígado, técnicamente más complejo incluso que un corazón, gana por su trabajo más de cien veces menos que cualquiera de los contendientes en esta pequeña desavenencia. Mourinho, además, es un maleducado, un grosero y un déspota con los medios de comunicación, entiendo que soportar la presión de la prensa está incluido en el astronómico sueldo de entrenador; por su parte, Cristiano Ronaldo tiene un gusto tan dudoso como sus recursos fuera del campo de juego. Entre ambos, ingresan una cantidad que permitiría vivir holagadamente a unas dos mil familias, todo un pueblo. Discuten y su enfrentamiento es noticia mientras seguimos encadenados al carro de nuestras propias miserias. Lamentable.