D. José, el protugués, tiene el carisma necesario para que la prensa deportiva, tristemente abundante en este país, fije sus ojos en él, y no en los jugadores de su equipo. La actitud de Pepe, siempre más cercana al mono del que procede que a la de los homínidos, no fue exceisvamente criticada, lo mismo que la incompetencia de Di María, condenado al fracaso futbolístico aunque le acompañe ocasionalmente la suerte. Mou centra las críticas y comentarios sobre su persona, su carácter peculiar y sus declaraciones incendiarias. Que el Madrid sea segundo o quinto carece por completo de importancia, porque lo verdderamente relevante es vender entradas de fútbol, derechos de televisión y periódicos especializados en el tema, algo que se le da muy bien al astro portugués. Esta entrada se escibe antes de que comparezca solo, según dice él, ante el bernabéu, a someterse públicamente a juicio. ¿A qué juicio?. No se puede vender la piel del oso antes de cazarlo, ni valorar al técnico antes de poner los resultados osbre la mesa. Florentino prescindió de Vicente del Bosque tras ganar una copa de Europa, justificando el despido porque no daba la imagen que precisaba el club. La imagen. Uno pensaba que se contrataba a los técnicos para organizar el equipo y ofrecer títulos a la afición, pero el Sr. Pérez con su inteligencia preclara de empresario, nos ha iluminado a todos: Es para dar imagen al club. Pepe, propinando golpes a los rivales y Mourinho calentando a cualquier contrario por pequeño o grande que sea, seguro que ofrecen esa imagen del club que deseaba D. Santiago y persigue Florentino. Enhorabuena a todos.