Mourinho, el malo de la película

Publicado el 29 abril 2011 por Marianofusco

¿Se puede analizar a Mourinho sin contar el partido del miércoles? Seguramente se haga muy complicado por estas horas, sin embargo, este post es una invitación a ello.

Si se trata de estilos, los equipos de Mou han jugado muy bien. El Porto campeón dio un batacazo en la Champions jugando de igual a igual a los más complicados y “a lo grande” ante rivales teóricamente inferiores. Con el Chelsea marcó una época: rodeado de grandes estrellas, supo armar un equipazo que marcó un salto de calidad en la historia blue. Lo que hizo con el Inter también fue histórico, obteniendo todo tipo de títulos y haciendo lucir a varios jugadores no tan destacados anteriormente. Con este Real ha perseguido de igual a igual al mejor equipo de la historia y realizó una de las temporadas más productivas en puntos.

Por más que parezca que hablamos de resultados, basta con ver el protagonismo en el juego de estos equipos en la mayoría de los partidos. Sus equipos ganaban casi siempre de local e iban a buscar algún punto de visitante, presionando arriba y con movimientos estudiados como para que nada quede resuelto al azar. Eto´o por derecha, Deco como organizador, Lampard omnipresente, Drogba goleador de elite, Maicon reivindicando un puesto poco valorado, son algunos de sus logros futbolísticos.

En cuanto a la ideología, nunca tuvo un estilo tan marcado como el Barcelona de Guardiola o el Milan de Sacchi, sin embargo, tiene aristas siempre presentes. La forma de preparación física con paridad del estado en toda la temporada para que los jugadores no se lesionen (muy bien explicado en una nota de El Diván del Fútbol), el contraataque organizado, la apertura de la cancha y las persecuciones defensivas de jugadores de ataque, son armas letales.

Personalmente creo que lo que hace Mourinho es muy bueno, pero no es vistoso. No soy de los que cree que es defensivo como aseguran muchos que solo vieron los partidos de sus equipos contra el Barcelona, pero reconozco que no lucen. Es práctico, es quisquilloso y detallista, pero en su ADN no está el brillar. Si tiene que poner tres volantes centrales para ganar, lo hace y si tiene que poner a un nueve como lateral derecho, también. Cuando le sale bien es Gardel, cuando le sale mal algunos lo tratan como si no supiera nada de fútbol.

Justamente éste es el problema que tiene Mourinho: al aferrarse tanto al resultado, cuando pierde queda en ridículo. Cuando el Barca es eliminado de una Copa se sigue hablando igual de bien que antes, en cambio, con José, no. Lo que hizo el miércoles como local contra el Barcelona, uno lo podría tomar como un insulto a la historia merengue y no estaría errado. Así también, se podría ver que intentó jugar como había hecho cuando lo había eliminado con el Inter. Guardiola, pillo, le planteó un partido de tenencia aunque sin arriesgar demasiado y le salió bien porque encontró el desequilibrio en el complemento con Affellay, Messi y la expulsión de Pepe. Hasta ahí, parecía conformarse con el cero a cero.

Si el análisis fuera más riguroso, sería bueno indagar en cada uno, qué le parece sobre cambiar la manera de jugar de su equipo por enfrentar a un rival superior. Hay quienes dicen que cualquier cosa, menos renunciar a los ideales, y Mou parece decirles, “cualquier cosa menos perder”. Con el diario del lunes, Mourinho es un –como vulgarmente se diría en la cancha- cagón; tras ganar la Copa del Rey nadie lo criticó.

Su otro lado criticado son sus declaraciones. Es muy inteligente y tal vez lo sea demasiado para todos nosotros analizándolo. Ante cada protesta busca recibir algo a cambio, con cada comentario sobre el Barcelona busca sacar de las casillas a Guardiola, con cada halago intenta subirle el autoestima al destinatario y cuando dice que está todo cerrado, es para quitarle presión a sus jugadores. Es cierto que cansa y a veces es monótono con los llantos, pero valga la segunda lectura. Como si fuera poco, al enemistarse con Guardiola obliga malamente a la masa a tomar una opción entre uno u otro y sale perdiendo porque Pep es Señor Cortesía.

A mí, Mourinho me parece un muy buen entrenador, versátil, flexible y me encanta lo que hace Guardiola con un estilo definido, brillante, hermoso. Y como la intención era no analizar el partido de ida de Champions, aclaro que no hay que optar entre uno u otro, por eso yo me quedo con los dos: Mou y Pep.