Anoche, Mourinho fue condecorado en Londres por la Asociación de Periodistas de Fútbol por su trayectoria, después de que el Chelsea ganara al Manchester City (3-1) y el portugués lograra así su victoria número cien en la Liga inglesa.
Acompañado durante la gala por su esposa, Mourinho declaró su "amor" por el club que preside el ruso Roman Abramovich, donde espera, dijo, permanecer durante "muchos, mucho años".
"Amo al Chelsea Football Club, el único club del que me han echado, como familia te pertenecemos, Inglaterra. Yo pertenezco al Chelsea, el Chelsea me pertenece a mí y espero que nos quedemos muchos, muchos años", declaró el exentrenador de, entre otros, Inter de Milán Real Madrid.
Mourinho confesó que, "sin amor ni felicidad", no "podría hacer mi trabajo" y aseguró que sus ayudantes en el cuerpo técnico son como "mis hermanos".
También tuvo palabras de elogio hacia el centrocampista Frank Lampard, en el banquillo ayer durante todo el encuentro ante el United, quien "representa a mis jugadores" y sin el cual, aseguró, "yo no tendría una carrera" en el mundo del fútbol.
Se acordó por último "Mou" de sus "jefes", de Louis Van Gaal y de Bobby Robson, a los que sirvió como ayudante durante la etapa del holandés y el inglés al frente del FC Barcelona.