Moussaka

Por César César Rubio @cesarrubiosaez

O de que Grecia no solo es yogur...  (jroña ke jroña)...
Moussaka...   Ya solo el nombre del plato nos evoca frescura...  Mediterráneo...   sabor...   La abuela griega vestida de negro con el pañuelo en la cabeza...
Esta receta resulta mucho más ligera que su prima hermana, la Lasagna italiana por la ausencia de pasta, sustituida hábilmente por rodajas de berenjena...  ¿Qué fue antes, la gallina o el huevo?  Ni pajolera idea, oiga. El caso es que los griegos coqueteaban con los árabes, los árabes con con los romanos, los romanos con los griegos...   En definitiva, que este plato parece ser de procedencia árabe, tuneado por los griegos, con influencias romanas...   Al fin y al cabo es una delicia, que permite ser un segundo plato en toda regla habiéndote acabado el primero. Bajo mi punto de vista, la Lasagna es casi casi plato único (si quieres, una ensaladita antes)... Resulta bastante pesado.   La Moussaka es un punto y aparte perfecto antes de un buen postre, a posteriori de un primero de pescado o verdura en condiciones.
¿El truco? La berenjena ligeramente rehogada, en sustitución de la pasta...   Y os lo dice un tipo amante de la Lasagna...  Casi tanto como Garfield...  Pero entre una y otra, me quedo con la Moussaka...
¿Queréis saber cómo hacerla?  Pues después de este rollo, os lo voy a contar.

Ahí tenemos a los protas de hoy. Para una moussaka de 4 raciones:
- 2 berenjenas hermosotas- Dos cebollas pequeñas o una grande- Tres dientes de ajo- 100 ml de salsa de tomate- 200 grs de carne picada- Tomillo- Sal- Queso rallado
Para la bechamel:- Dos cucharadas soperas de mantequilla- Dos cucharadas soperas de harina- 200 ml. de leche

Empezaremos cortando las berenjenas en lonchas de 0,5 cms. y las pondremos a "sudar" en un recipiente con papel en el fondo. Para ello, las rociaremos con abundante sal.

Mientras nuestras berenjenas están en su spa particular soltando agua, vamos preparando el relleno, a base de media berenjena que hemos reservado, la carne picada, la cebolla y el ajo. Todo ello cortado en daditos. 


Justo cuando falta un poco para que se acabe de dorar todo bien, agregamos el tomate frito.

Ahora vamos con la bechamel. Como siempre, fundimos la mantequilla y tostamos en ella la harina. Mezclamos bien y cuando tenemos la "roux" (esa especie de pasta en grumillos que se forma en el fondo de la cazuela) empezamos a incorporar la leche poco a poco, sin dejar de remover y disolviendo bien la "roux".
Salpimentamos la bechamel al gusto y reservamos. 
Ahora, lavaremos las rodajas de berenjena para quitarles la sal. Las secamos en papel de cocina y las freímos levemente. 
Procedemos a montar: En una bandeja de horno engrasada con aceite o mantequilla, situamos una primera capa de lonchas de berenjena. A continuación, una capa de nuestro relleno. Luego, otra capa de berenjena y otra de relleno, terminando con berenjena de nuevo. Podéis hacerla de una capa solo, si los ingredientes no os llegan a tanto. Finalizamos con una capa de bechamel y queso rallado. 
Horneamos hasta que se gratine el queso,  a 180 grados unos 15-20 minutos.  

Opcionalmente podemos hacer un montaje en recipientes individuales, muy prácticos para congelar si nos sobran raciones, o montarlo con un molde tipo timbal y hacerlo más artístico. Para ello es recomendable que todos los ingredientes estén fríos, para que os resulte más fácil el montaje, y que vayáis aplastando bien el montaje para que quede definida la forma de timbal. En ese caso, se ponen las capas, se desmolda y se cubre bien con la bechamel. 
Ahí tenéis un clasicazo, que muchos habréis hecho ya en casa. Para los que no, ya no hay excusas. 
¡Un abrazo, fogoneros!