_ Salsa bechamel espesa
_ 2 berenjenas
_ 500 grs e carne picada
_ 2 patatas
_ 1 cebolla
_ 1 diente de ajo
_ Queso rallado
_ Pan rallado
Lo primero que vamos a hacer es ponernos a freír los tomates, con nuestra receta del tomate frito casero. La única diferencia es que en lugar de condimentar solamente con sal y azúcar, vamos a añadir hierbas aromáticas, (Una ramita de romero y otra de tomillo), un poco de ajo picado y un poco de pimienta negra recién molida.
Freimos los tomates y cuando estén listos, retiramos el romero y pasamos por el pasapurés, obteniendo un tomate con grandes notas aromáticas. (Si queréis, podéis hacer como yo una buena cantidad, y os sobrará bastante) Ese tomate, es luego estupendo para preparar pizzas caseras, o para alegrar unos espaguetis o cualquier otro plato que lleve tomate, como albóndigas, pollo, etc.
La salsa blanca o salsa Bechamel:
Para hacer la bechamel, disolvemos en dos cucharadas de aceite una buena cucharada de mantequilla, y una vez disuelto, le añadimos dos cucharadas de harina, y una vez mezclado y tostado, añadimos poco a poco, sin parar de remover, entre 3/4 y un litro de leche entera, a chorritos, formando una crema más o menos espesa.Al terminar, rectificar de sal y pimienta y añadir un poco de nuez moscada. Una vez hechos esos dos preparados básicos con carácter previo a la preparación de la receta, la Moussaka es un plato que se prepara en un ratito.Las patatas
No es muy frecuente encontrar patatas entre los ingredientes en las recetas de Moussaka que solemos ver en los blogs, pero os aseguro que le dan el toque más auténtico y encajan estupendamente con el resto de los ingredientes, haciendo un plato redondo y completo. Cortamos las patatas en rodajas tipo panadera y las freímos sin llegar a dorarlas. (como en la foto) Reservamos.
Las berenjenas
Comenzamos cortando las berenjenas en rodajas longitudinales de aproximadamente medio centímetro de grosor, y las dejamos sobre un papel absorbente de cocina, con un poco de sal. Así, en unos 30 minutos, las berenjenas sueltan su agua y ya no amargarán en nuestra receta. Una vez las tenemos listas, las freímos ligeramente en aceite caliente y las reservamos quitándoles el exceso de aceite en otro papel de cocina. Reservamos.
Freímos una cebolla muy picadita, con un ajo también en trozos bien pequeños, y la carne picada. En la receta original, se debe usar carne de cordero, podéis pedir en la carnicería que os piquen una pata de cordero, (mejor ternasco, no hace falta gastarse el dinero en lechal para esta receta. Además tendrá un sabor más intenso).
Si lo preferimos también se puede hacer, y queda estupendamente, con carne picada de ternera, o de añojo, y también triunfareis en casa. Una vez tengáis la carne y la cebolla bien cocinadas, añadimos medio vaso de vino blanco, le añadimos seis o siete cucharadas de nuestro tomate frito y dejamos cocinar unos minutos, mientras mezclamos bien.
Si os gusta, podéis añadir una o dos hojas de menta muy picadas y un poco de canela moviendo hasta integrarlos bien. Rectificamos de sal y pimienta y reservamos para el montaje del plato.
En la parte de abajo de una fuente apta para horno, que enmantequillaremos para poder desmoldar bien después, colocamos una capa de patatas que tape el fondo.