Uy, de nuevo nos regalaron gran cantidad de mangos pequeños, amarillos y muy dulces. Y ahora que estamos en verano, tomar Mousse frío apetece, ¿No?.
Ingredientes:
- Diez o doce mangos amarillos pequeños.
- Una lata de leche condensada de 450 gramos.
- Tres claras de huevo.
- 200 ml de nata líquida.
- Cuatro láminas de gelatina neutra.
Pelar los mangos y retirar la carne de la enorme semilla. Agregar la pulpa del mango a un vaso de batidora y mezclar hasta quedar cremoso y uniforme. Para que puedas mezclar el mango con las láminas de gelatina, primero añade las láminas de gelatina en agua fría para que se ablanden, luego coloca unos 30 o 40 segundos la pulpa del mango en el microondas y añade uno a uno mezclando con una cuchara de palo hasta disolver las láminas de gelatina escurridas. Monta la nata con un robot de cocina, o si eres tan valiente y con mucha energía hazlo con varillas, reserva en la nevera. De la misma manera, separa las claras de la yemas, reserva las yemas para otra ocasión, y monta a punto de nieve. Este es el momento de unir los ingredientes. Coge la nata y con movimientos suaves, mezcla con una espátula la pulpa del mango previamente mezclada con la gelatina. Añade la leche condensada y por último y suavemente para que no se desmorone la clara montada. Vierte el contenido en copas o vasos de vidrio y lleva a la nevera para que cuaje. Sirve decorando a gusto. Yo lo decoré simplemente con menta fresca tomada de mi huerto. Si deseas que el Mousse tenga un sabor más intenso, eso queda ya a tu gusto, añade más pulpa de mango, pero debes añadir al menos una lámina de gelatina más. Si lo quieres más cremosa, no añadas más láminas de gelatina.