Así que, pensando, pensando y navengando, navengando para coger ideas, he unido dos recetas en una, utilizando una de los licores más típicos de Italia y también uno de sus emblemáticos quesos.
También podía haber hecho un helado, pero últimamente parece que no sé hacer otra cosa (me pasa como con los cheesecakes en invierno). Además en mi vida he probado unos helados tan buenos como los que comí en Florencia. ¡¡Inigualables!!
Además, como me encantan los citrícos y el limoncello es ideal para aromatizar gelatinas, se me ha ocurrido mezclarlo con la textura suave de la mousse de mascarpone.
Ingredientes (4 unidades)
Para la crema de limoncello
- Zumo de 1 limón grande
- Ralladura de 1 limón
- 2 hojas de gelatina
- 2 yemas de huevo
- 100 gr. de azúcar
- 4 cucharadas de limoncello
Para la mousse de mascarpone
- 250 gr. de queso mascarpone
- 200 ml. de nata líquida
- 65 gr. de azúcar glas
- 1 huevo
Ponemos las hojas de gelatina 10 minutos en un bol con agua para que se hidraten.
En un recipiente mezclamos el zumo de limón, la ralladura, el azúcar, el limoncello y los huevos y ponemos al baño maría sin dejar de remover, hasta que espese.
Retiramos del fuego e inmediatamente añadimos las hojas de gelatina bien escurridas y mezclamos hasta que estén bien integradas.
Vertemos un poco de la crema en unos recipientes individuales. Esperamos que se enfríe y metemos en el frigorífico 1 hora, para que solidifique.
Para hacer la mousse de mascarpone, batimos el queso, el azúcar y el huevo y reservamos.
Montamos la nata y le agregamos la mezcla de queso integrándola con movimientos envolventes. Llenamos una manga con la mousse y rellenamos el resto de los recipientes.
Adornamos con una frambuesa y unas hojas de menta.
Pues al final esta mezcla ha resultado muy, muy rica. La crema de limoncello es una buena idea también para rellenar tartas incluso sin añadirle la gelatina: una especie de lemon curd pero sin mantequilla.
La mousse de mascarpone es suave y contundente a la vez por el gran aporte calórico de este queso fresco que se obtiene a partir de la nata de la leche fresca.
Después de tener hecha la receta, se me ocurrió una variante que consiste en poner primero en el fondo de la copa, unos lady fingers o bizcochos de soletilla empapados en café o amaretto, a continuación la crema de limoncello y para terminar la mousse... ¡¡Para la próxima!!
Espero que os haya gustado mi propuesta italiana. Ya estoy deseando saber cual es nuestro próximo destino europeo.
¡¡¡Ciao ciao!!!