Decía el gran arquitecto francés Le Corbusier: “Trabajar no es un castigo: trabajar es respirar. Respirar es una función extremadamente regular: ni fuerte, ni suave, sino constante.(…)
Hace falta ser modesto para ser constante. La constancia implica perseverancia pero, al mismo tiempo, es una prueba de coraje y el coraje es la fuerza interior que cualifica la naturaleza de la existencia.(…)
Su madre, que murió con 100 años, le decía: Eso que haces ¡hazlo!”
Le Corbusier 5/9/1960
Todos trabajamos: unos fuera de casa, otros en casa o en ambos sitios, otros buscando trabajo, y es muy importante no confundir acción con movimiento.
Si uno no combina la acción con la calma, se parecerá a esas gallinas a las que les cortan el cuello y siguen dando vueltas despavoridas y sin rumbo.
Nos pasamos el día corriendo de un sitio a otro, haciendo cosas: reuniones, llamadas, eventos, correos… y muchas veces no nos paramos a analizar (porque estamos muy ocupados “haciendo”):
Si de verdad obtengo los resultados que persigo.
Si en mi día a día dedico SIEMPRE algo de tiempo:
al corto plazo, para obtener recursos de forma más inmediata,
al medio plazo: sembrar para recoger un poco más adelante,
al largo plazo: ¿hacia dónde me dirijo y/o se dirige mi empresa?
Si me siento de verdad cómodo con lo que estoy haciendo.
Si utilizo mis verdaderas habilidades.
Una forma de saber si nuestro día es un corre/corre o si hemos aportado valor es analizando de qué estamos más orgullosos o satisfechos en ese día. Eso nos dará una buena medida de las cosas.
Trabaja, respira, trabaja, respira.
Si tu respiración/trabajo suena “alterada” es que algo no va bien, ya que eso sucede cuando estamos nerviosos o tenemos miedo.
Si la respiración/trabajo está alterada por el ejercicio físico o similar, ¡bien! Has hecho un esfuerzo puntual, pero sabes bien que luego ha de venir la calma para normalizarla.
Trabaja, respira y aléjate de la necesidad compulsiva de llegar a todo, de responder a todos o asistir a todo.
Con las nuevas tecnologías y el uso masivo del correo electrónico, mensajes etc. eso resulta imposible y tratar de alcanzar lo imposible genera una gran frustración.
Ya responderás/llamarás/asistirás a lo que sea cuando puedas.
Mientras tanto:
Haz algo urgente, respira, haz algo importante, respira, haz algo transcendente: respira.
Seleccionado por Camila Ubierna del blog de Natalia Gómez del Pozuelo