Movie Review…por César del Campo de Acuña
País: Estados Unidos.
Año: 1993.
Duración: 95 minutos.
Género: Comedia.
Guion: Mike Myers, Bonnie Turner y Terry Turner.
Reparto: Mike Myers, Dana Carvey, Tia Carrere, Christopher Walken, Ralph Brown, Kim Basinger, James Hong, Chris Farley, Lee Tergesen y Charlton Heston.
Música: Carter Burwell.
Fotografía: Francis Kenny.
Montaje: Malcolm Campbell.
Dirección artística: Richard A. Yanez.
Diseño de producción: Gregg Fonseca.
Estreno en Estados Unidos: 10 de diciembre de 1993.
Estreno en España: –
You’ll laugh again! You’ll cry again!! You’ll hurl again!!!
Tras el incontestable e inesperado éxito de Wayne´s World ¿cómo no filmar una secuela? Se aumenta el presupuesto (de 20 millones de dólares a 40) se contrata a casi todos los que participaron en la primera entrega (salvo a Penelope Spheeris, directora que acabo a malas con Mike Myers por su mala actitud durante el rodaje) y a filmar, que son dos días. Y oigan, dicho y hecho, si la primera cinta se estrenó el 14 de febrero de 1992, la segunda llego a las salas estadounidenses (porque en España, a tenor del poco éxito que tuvo la del 92, ni la olimos) el 10 de diciembre de 1993. ¿Resultado? Batacazo de aúpa. Paramount Pictures salvo los muebles en taquilla de milagro y consigue beneficios en el mercado doméstico. ¿Motivos? Pues que quieren que les diga oigan, si a los 10 minutos de película te repiten una de los gags más recordados de la primera (¡no somos dignos, no somos dignos!) ya saben que de ideas el trio la, la, la formado por Myers y el matrimonio Turner están más secas que el escupitajo de una momia. Pero claro, no podemos achacar el descalabro únicamente a ese motivo. El famoso sketch de SNL se había pasado en la nevera desde 5 de diciembre de 1992 hasta el 20 de noviembre de 1993 por lo que poca promoción se hizo en el show de Lorne Michaels (la temporada 19 empezó el 25 de septiembre de 1993).
También es posible que el público terminara más quemado que la moto de un hippy por lo mucho que se sobreexploto la primera entrega. Entre la repetición continua de las frases y palabras famosas de Wayne y Garth (algo a lo que podríamos llamar el síndrome Chiquito de la Calzada) y los horrorosos videojuegos que aparecieron basados en el primer film la cinta del 92 quedo relegada a carne de parodia como la que se pudo ver en la siempre recomendable Permanezca en sintonía (estrenada el 14 de agosto del 92). El caso es que la trama resulta mucho más interesante que la de la primera. En la secuela Wayne, emancipado de sus padres, sigue haciendo su cutre programa de acceso público pero se siente perdido en la vida sin un objetivo. Si, sigue saliendo con Cassandra (Tia Carrere) por aquello de la continuidad, pero poco más hay en su vida. Entonces experimenta una aparición mística en la que un indio en pelotas que le lleva ante Jim Morrison. El desaparecido frontman de los Doors le dice que su objetivo es organizar un festival/concierto en Aurora. Y esa, junto al rollo de que el manager de su novia (interpretado por Christopher Walken) se la quiere levantar es, a grandes rasgos, la sinopsis y, que quieren que les diga, una historia en la que hay fantasmas, apariciones místicas y demás le da un millón de patadas en las pelotas a una en la que solo hay una ex novia pesada y muchas ganas de estirar el chicle.
Dirige Stephen Surjik un realizador que, con los años, se curtió en televisión pero que en el momento esta secuela fue su puesta de largo en el mundo de los largometrajes. Tampoco ha estrenado mucho más en salas (solo la horrible Vaya par de productorex de 2007) ya que el resto de su producción se ha centrado en TV movies y series como Expediente X, Almacén 13, Monk y otros rollos. ¿Y esta elección de dónde sale? Pues sale de buscar un director con el mínimo de personalidad posible para que Mike Myers y Dana Carvey pudieran hacer lo que les diera la gana sin tener a un Pepito Grillo detrás de la oreja durante el tiempo que durara el rodaje. Con esta libertad de movimientos se dedican a estirar, una vez más, un chicle sobadísimo y de ahí que el público no abarrotara las salas como en el film anterior al olerse la tostada de los que le iban a ofrecer. Mucho extreme close up, mucho excelente, mucho doing y mucho de lo de siempre por lo que no extraña que el sketch solo se volviera a repetir el 14 de mayo de 1994 y en dos ocasiones en el presente siglo en plan reunión de dinosaurios. ¿Con que me quedo entonces? Con la pelea con James Hong y con lo de las apariciones místicas con Jim Morrison, el resto (incluido el rollo de Garth con Kin Basinger) es un rollo patatero lleno de gags muy poco inspirados.
Si la primera no me pareció nada especial la segunda, quitando dos o tres cosillas, es un descalabro importante (oigan…que no hay ni punto de comparación entre Alice Cooper y los Aerosmith). Wayne´s World tiene un lugar en la cultura popular estadounidense de la primera mitad de los 90 pero al resto nos suena más de ver la caratula en los estantes del videoclub porque casi nadie la alquilaba. Como diría la localización de los vocablos utilizados por el dúo protagonista, este film traya a los 10 minutos por querer repetir, con una desgana infinita, lo que aupó a los altares del éxito de la taquilla estadounidense a la primera entrega. La bofetada fue tan gorda que Mike Myers estuvo 4 años sin hacer prácticamente nada (mucho trabajo as himself) hasta llegar a Austin Powers, la serie de film por los que sería conocido en todo el mundo y en los que brillaría él solo, como su desmesurado ego demandaba en 1992.
Curiosidades:
- Se le ofreció a Nirvana aparecer en la película en la parte de Waynestock pero, tras ver un rough cut, Kurt Cobain, Dave Grohl y Krist Novoselic rechazaron la oferta.
- Stephen Surjik hace un cameo en la película en la escena en la que cambian al mal actor por Charlton Heston.
- El gag del regaliz en mal estado es un guiño a Woodstock 69 donde, desde el escenario, se dijo a los asistentes que no consumieran acido marrón.
- Mike Myers quería que Federico Fellini dirigiera. Paramount, pensando que Myers estaba bromeando, rápidamente desecho la idea.
- Si se preguntan porque Jim Morrison sale hablando con Sammy Davis Jr. quizás sea porque ambos cumplían años el mismo día (el 8 de diciembre).
- Todo el rollo del viaje místico está inspirado en el propio viaje místico que hizo Mike Myers para superar la muerte de su padre.
- En un principio Dana Carvey estaba muy molesto con las pocas escenas que le habían dado a su personaje. Por este motivo se añadieron las escenas con Kim Basinger.
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