Esta diseñadora gráfica que se recibió en la UBA, donde también fue docente, ahora vive en Madrid. Allí nacieron MOW y Clara, su pequeña hija con quién está de visita en Argentina.
“Siempre quise desarrollar algún emprendimiento personal relacionado con mi profesión. Cuando llegué a España estuve trabajando en agencias de publicidad, de eventos y exposiciones y, si bien eran trabajos interesantes profesionalmente, no me realizaban a nivel personal. En ese momento nació MOW. Yo había hecho una muñeca, Lucía, para regalársela a mi hermana por su cumpleaños, rescatando un poco el espíritu de las muñecas de papel que hacíamos cuando éramos chicas. Y el regalo no sólo le gusto a ella, sino a todos los que la vieron. Esto me animó a hacer más muñecas y así fue surgiendo el resto de la colección”, cuenta Manuela a Chicos y Papás desde Chascomús, donde está visitando a su familia.
Los personajes de MOW tienen un nombre y una historia. Por ejemplo, Lucía es un regalo y homenaje a su hermana. Porteña tiene su vestido hecho con los billetes de colectivo de Buenos Aires de los ’80, ¿se acuerdan? Y también hay animales: Lucas es el león que no quiere ser más el “rey de la selva”, quiere ser “uno más”. Nicolás es un conejo supersticioso. “Y Dante es el elefante que siempre quise tener en casa desde que leí por primera vez, a los 7 años, el libro “Dailan Kifki”, de María Elena Walsh.
También hay una muñeca que se llama Ana. Me encantaría conocer su historia (Ana es el nombre de mi hija). Así que este sábado a las 15 estaremos en Revuelta Cultural (en la esquina de Jorge Newbery y Charlone) para hacer preciosos muñecos articulados, conocer “en persona” a la cálida de Manuela, y enterarnos de la historia de esta Ana, antes de llevarnos la muñeca a casa.