Mozambique: Islas nuestras de cada día

Por Flipaser

Nuevos destinos y nuevos caminos. Esta vez, al norte, de nuevo hacia el Parque Nacional das Quirimbas. Y esque este lugar da para mucho. Entre caminos de arena de playa, con el 4x4 a todo trapo y esquivando cocoteros, gallinas, cabritos y niños. El coche subía y bajaba "estilo guerra" (como dicen aqui). Y así, poco a poco, y entre bache y bache, llegamos a Pangane; un pueblito de pescadores aislado del mundo, donde instalaron la electicidad el año pasado. 
El pueblo termina en un saliente hacia el mar, donde un hombre tiene algo a lo que denomina "camping". Allí, mires donde mires, hay playa; una playa que es la letrina de la comunidad, lo que le da un glamour dificil de conseguir en otros lugares del mundo. Sin embargo, las vistas y la tranquilidad que aquí se respiran, te hace olvidarte de este pequeño problema. A la noche, pudimos disfrutar del mejor cielo estrellado que he visto jamás.
A la mañana siguiente, a las 6:00 ya pegaba el sol de una forma inhumana, y decicimos cruzar hasta Macalóè, una isla donde la única construcción que hay es una pequeña casa de la WWF, que por lo que nos contaron, tiene aquí un proyecto de conservación. Allí no nos encontramos con nadie, salvo con el fiscal de la isla. Probablemente el único que deja sus impurezas en la playa sea este hombre, y es difícil encontrarse con ellas. Arena blanca, agua caliente y como un plato. Tranquilidad total y nadie a nuestro alrededor, al fin... 

 

Aroozales a pie de playa


Tienda de capulanas y jabón para lavar ropa





Tele-langosta