La higgsmania tuvo un gran seguimiento por parte de los grandes medios. Por un lado, por lo excepcional y poco habitual de las noticias de este ámbito (por la cada vez mayor dificultad para construir aceleradores de partículas más y más enormes con los que obtener resultados). Y por otro, por la falta de titulares veraniegos. Estas fueron con gran probabilidad las causas de que durante aquellos calurosos días, el hallazgo de la maldita partícula fuera celebrado por todo lo alto, a pesar de que hasta hace poco todavía existían ciertas dudas sobre el hallazgo. Sin embargo, a la hora de evaluar las consecuencias y el alcance de dicho descubrimiento, el inicial revuelo se apagó repentinamente cuando se dieron cuenta de que ya no habían titulares sensacionalistas para publicar. Los científicos, con su innata prudencia profesional, no satisfacían a los mass media con sus explicaciones técnicas acotadas a lo estrictamente mensurable.
La ciencia-ficción no está tan sujeta a estas limitaciones. Si hubieran querido podrían haber hecho uso de ella para especular con propuestas más espectaculares, pero, en España la ciencia-ficción no existe más que como una imitación superficial de la del ámbito anglosajón, en donde con una simple búsqueda (seguramente en un motor del mismo ámbito) se encuentran referencias desde una entrada en la Wikipedia dedicada en exclusiva a este tema, hasta un artículo de una publicación de sociedad. Habrá que intentar compensar, aunque sea minúsculamente, intentando no limitarse a repetir lo que nos llega desde el mundo anglosajón. Aunque ello implique arriesgarse.
El bosón de Higgs y la ciencia-ficción
Foto: The Guardian
Si recordamos, la nueva partícula era la piececita que faltaba para dar sentido a la existencia de la masa de las partículas, según el modelo que sigue la física. La cuestión que se ha de abordar desde el punto de vista de la especulación en la ciencia-ficción, es qué podemos hacer con esta nueva posibilidad para expandir mediante la extrapolación, los límites de la realidad.Si el conocimiento del campo electromagnético gracias a Maxwell permitió construir un mundo de ciencia-ficción para los habitantes del S. XIX (desde los motores eléctricos a los más avanzados computadores y dispositivos electrónicos), el conocimiento del campo de Higgs abre un mundo ante nosotros de características totalmente espectaculares.
Imaginemos por unos instantes que somos capaces de alterar en alguna medida, mediante algún dispositivo tecnológico construido a tal efecto gracias a los nuevos descubrimientos, el Campo de Higgs. Para explicar el efecto se comparará con un campo eléctrico: si una carga de este tipo es aislada de un campo de su misma naturaleza, no actuará ninguna fuerza sobre ella. De forma similar, si aislamos una partícula del campo de Higgs, no aparecerá la masa en ella. Lo que en el campo eléctrico implica una aparición de fuerza, en el de Higgs implica la aparición de la masa en aquellas partículas que por su propiedad intrínseca, así lo requieran. Partiendo de estas premisas, básicamente, las maneras de interaccionar con un campo de cualquier tipo son dos:
- De forma pasiva: apantallamiento o aislamiento (de un campo previamente existente).
- De forma activa: amplificación y/o atenuación (bien de un campo ya existente, o creando uno nuevo)
(NOTA: lo comentado a continuación es sobre fenómenos físicos FICTICIOS, salvo que se indique lo contrario)
Pseudo-anti-gravedad
Foto: neetescuela
Una de las primeras extrapolaciones más o menos evidentes es la de que si somos capaces de variar la masa de un objeto, entonces la atracción gravitatoria ha de variar en consecuencia, por la Ley de la Gravedad de Newton. Según esta, a una misma altura, el peso o la fuerza de atracción gravitatoria que la Tierra ejerce sobre los cuerpos en ella, depende de la masa de estos (como en la tierra se asume que la gravedad es de 1 g, el peso es siempre coincidente con la masa). Si se disminuyera la masa lo suficiente de un contenedor, por ejemplo, podría manejarse fácilmente.Pero no sería anti-gravedad «autentica», ya que no se modificaría el campo gravitatorio, sino una de las variables que intervienen.
Impulso espacial
Star Wars
Foto: Houston Museum
of Natural Science
Aunque aún quedaría muy lejos de este artefacto imaginario, la posibilidad de variar la masa junto con el concepto de cantidad de movimiento, permitiría variar la velocidad de un navío espacial. En la mecánica clásica, para frenar un cuerpo es necesario aplicar una fuerza proporcional a la masa, asumiendo siempre que esta es constante. Esta cantidad de movimiento se puede expresar como el producto de la masa por la velocidad. Suponiendo un navío que surca el universo interestelar con una cantidad de movimiento «p» constante, al aumentar la masa, la velocidad debería disminuir en consecuencia. En definitiva, podríamos prácticamente detener la nave sin más que accionar una palanca.
Viaje a velocidades relativistas
Foto: fotograma de Star Wars IV
¿Hay fotones en reposo? Tan sólo un agujero negro es capaz de aminorar, aunque sea haciendo trampa, la velocidad de la luz en el vacío. Es sencillo entender la teoría de la relatividad de A. Einstein si se asume de entrada este parámetro como constante y finito, el cuál es posible medir. En uno de los vídeos de este artículo anterior, se explicaba que una partícula sin masa ha de estar en constante movimiento, y además, al máximo físico permitido. Esto se puede entender de forma muy básica si se tiene en cuenta que para acelerar una masa es necesaria una fuerza igual al producto de ambas. Si la masa es cero, por la división por cero resultante la aceleración debería ser infinita, y por tanto la velocidad también. Como esto no es así, para que la formulación (algo más compleja que un simple producto) se cumpla, el tiempo debería ralentizarse para el fotón, de la misma forma que para un observador externo es la masa del fotón la que aumentará, tal y como se ha comprobado en experimentos en aceleradores de partículas (en este caso, el fotón adquiere masa por un efecto relativista).La cuestión es que con masa igual a cero, inmediatamente saldríamos disparados a la velocidad de la luz (al no tener masa las aceleraciones podrían despreciarse). Con un campo o pantalla que nos aislase lo suficiente del campo de Higgs, se produciría un efecto similar. Esto no sería un viaje FLT (Faster Than Light), pero llama poderosamente la atención la similitud con los saltos al «hiperespacio» habituales en sagas como Star Wars o Galáctica. Eso si, cuidado con lo que tengáis delante.
Superman
Fuentes y enlaces relacionados
- Entrecomics. Una teoría unificada para los poderes de Superman
- Kotaku (Australia). Scientists Discover The Mass Effect! Or Is It Just The Higgs Boson?
- El Sitio de ciencia-ficción. Filtro para Sopa de Higgs
- Marcel Mañé. Masa inercial y gravitatoria