Mr. Nobody. Cuando elegir un camino significa renunciar a otros

Publicado el 16 agosto 2010 por Gine @Gine_1414
Después de 13 años de silencio, vuelve Jaco Van Dormael para traernos un cine de lo más peculiar y personal. En sus dos anteriores trabajos de una historia muy sencilla consiguió mucho. Y aquí decide poner toda la carne en el asador en el que es su proyecto más ambicioso y caro. Y viendo el resultado, aunque la trama, mucho más compleja no está tan tan bien trabajada como en los anteriores trabajos si sale airoso y con nota de este nuevo experimento, siempre bienvenido salido de la mente del director belga.

Nemo Nobody es el último ser humano que morirá de vejez. Antes de morir, un periodista le preguntará por si vida. Nemo empezará a recordar su vida y sus decisiones. Nemo no se acuerda de su juventud y de su niñez. Recuerda nombres, vidas, posibilidades y caminos que pudo escojer. Pero, ¿cuál es el verdadero? ¿cuál fue su vida?

¿Por qué recordamos el pasado pero no podemos recordar el futuro? – se pregunta Nemo. ¿Qué pasaría si pudiéramos saber a dónde nos llevan nuestras decisiones? Cuando crecemos nos damos cuenta rápidamente que escoger significa apostar por una opción, por un camino y dejar las alternativas, sin saber exactamente a donde nos llevarían esas. Más de una vez nos hemos arrepentido de haber escogido una opción en lugar de la otra, pero hoy por hoy no podemos hacer nada. Van Dormael fantasea con la idea de que sí podemos con la vida de Nemo Nobody.

Mr. Nobody es un film original, arriesgado y de una belleza visual y plástica fuera de lo común. Una estructura compleja con un montaje que mezcla todas sus posibles vidas según sus decisiones y sus actos pueden confundir, pero muestran el caos que inunda nuestras mentes cuando tenemos que tomar una compleja decisión SPOILER en el film todo pasará a partir del momento en que el pequeño Nemo de 9 años tiene que decidir si irse con su madre o quedarse con su padre. Su vida se bifurca como se desvían dos vías del tren y él no puede decidirse. FIN SPOILER

Es como si viéramos las posibilidades que nos mostró Fincher en la escena de Benjamin Button en que vemos el accidente de Cate Blanchett. O como si empezáramos un libro juvenil de esos que te montas tu propia historia y que si quieres que el caballero entre en el castillo, tienes que ir a la página 37, pero si quieres que antes mire en el bosque, tienes que ir a la página 23.

También es verdad que en algunos momentos parece que la película se le vaya de las manos al propio director, o que muestre predilección por una trama más que por otra, haciendo que queden flecos sueltos y personajes muy desdibujados.

La banda sonora muy acertada que mezcla clásicos, con temas como Mr. Sandman o Everyday de Buddy Holly o Where is My Mind de Pixies, con una partitura a piano que cumple su papel en la función.

Interpretativamente todos cumplen. Jared Leto encabeza el reparto interpretando a Nemo un papel que le da muchas oportunidades como actor y él no la desaprovecha, aunque está lejos de la excelente actuación. Diane Kruger, Sarah Polley y Ling-Dan Pham interpretan a las tres posibilidades de Nemo. La primera es la que tiene el papel más agradecido y más bien dibujado. Polley muestra su potencial, aunque su personaje es bastante confuso y Ling-Dan Pham tiene una aparición casi testimonial, una pena porqué la película no le deja desarrollar su papel. Destacar también a Rhys Ifans, un tipo que cuando se aleja un poco de la comedia cumple muy bien.

Como conclusión un film complejo, quizás demasiado, que necesita varios visionados. Una película con un lirismo visual marca de la casa de Van Dormael, muy recomendable y que ante las pocas ideas actuales, podemos estar sin duda ante uno de los mejores films del año.

Nota:8/10