Dirigida a dos manos por James Mather y Stephen St. Leger, y ambos dos llevados de la mano por el productor francés Luc Besson, hacen una película entretenida si no te detienes mucho en los muchos fallos que tiene.
A pesar de todo esto, si no tienes nada mejor que ver, la película se puede ver, y entretiene lo suficiente, tanto como cualquier producto de serie B. No puedo recomendarla, pero tampoco decir que no la veáis. Por cierto, la ciencia ficción, en esta película, es un simple decorado, no aporta nada.