Judith León*
La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, advirtió hace poco que “los días del líder libio, Muammar Al Gaddafi, están contados”. Esta advertencia es como una sentencia a muerte. La dama lo dijo en el marco de una reunión denominada “el Grupo de Contacto sobre Libia”, realizada en Abu Dhabi, capital de Los Emiratos Arabes, (uno de los países mayor productor petrolero), es una isla al sureste del Golfo Pérsico, en la Península Arabiga. Un encuentro, el tercero, que propician los países de la OTAN que intervienen en el ataque aéreo contra ese país al norte de Africa y que según, “trabajan para la era posterior al actual gobierno de Gaddafi”. La prepotencia usual de la Clinton la animo a decir: “Trabajamos con nuestros asociados internacionales en el marco de la ONU, para preparar lo inevitable: la Libia de la era posterior a Gaddafi”.
En estas reuniones del llamado “Grupo de Contacto sobre Libia”, los representantes de la OTAN concuerdan “que la salida negociada se acaba y Gaddafi debe abandonar su administración”.
Entretanto, a cuatro meses de los ataques de Estados Unidos y luego en conjunto con la OTAN, las bajas de inocentes civiles se cuentas por decenas de miles, algunos precisan unas 15 mil víctimas, sin contar con los destrozos a la infraestructura y unidades aéreas, marítimas y terrestres. Además de las confrontaciones entre el pueblo libio. Todo con la venia de la ONU.
De esta manera, tal y como reza la nota de prensa, hecha eco en las agencias de noticias internacionales de Occidente, el líder libio Mouammar Gaddaffi es casi un hombre muerto.
Es decir, que como no han podido someter a una población que resiste los ataques de la OTAN y las fuerzas opositoras libias no son posiblemente tan numerosas o eficientes, la salida es la captura de Gaddafi. Y como ni tontos van hacer una incursión por tierra, la sentencia de la señora Clinton se apresura, ya puso precio a la cabeza de Gaddafi, quien es ahora el hombre más buscado en esa zona del Oriente Medio.
Quieren hacer lo mismo que hicieron a Sadam Hussein, ex presidente de Irak, cuando la CIA y sus comandos especiales, luego de la invasión y meses de guerra, lo sacaron de una trinchera y fue exhibido al mundo como si fuera un animal al que buscaban piojos en la cabeza.
Los hombres del gobierno de Washington tienen como costumbre, denigrar, humillar y someter al indiciado-es parte de esa cultura imperial estadounidense- que se ufana de su poderío bélico, para “proteger los Derechos Humanos” y en el caso de Libia, de un pueblo que ni siquiera conocen más allá de su petróleo u otras riquezas, sus negocios, dudo que entiendan esa cultura.
Otro tanto hace Francia e Italia y otros países, que en el pasado estuvieron a merced de quien fuera un dadivoso socio, Gaddafi, han chupado las riquezas de ese pueblo, los mismos que ahora se dicen “rebeldes”, pero que negocian con el enemigo.
En cuanto a la señora Clinton, quizás para no mermar tanto la marca Obama-que según desea la reelección presidencial- ella, al parecer, le suple en el trabajo sucio. Y es que el mercadeado presidente Barack Obama, quien finalmente dejó ver que en efecto no es más que un producto, una marca que se supo vender engañosamente, muestra tal debilidad que da pena se haya comparado con John Kennedy, a quien mataron por no seguir las reglas del Pentágono.
Obama, el que muchos creían sería el hombre del cambio en EEUU, eso esperaba la mayoría del pueblo mas desafortunado, tiene el mismo formato de los republicanos, de George Bush, y quizá hasta más sanguinario, porque el fanático Bush hijo, quien destacaba su carácter mesiánico, al menos, era franco y decía a boca e jarro sus locuras, mientras que Obama, con la sonrisota de hombre cordial, miente y manipula. Un títere del poder imperial. Un desperdicio.
¿Qué dirán los inmigrantes que confiaron en que ese afroamericano les daría una mano y ahora tienen la más severa ley de inmigración que se haya aprobado jamás en la hostoria en contra de los ilegales?.
Lastimosamente España se metió en este complot contra Libia, dejando la cordura de Zapatero en el retrete, quien al ganar las elecciones recogió a sus tropas que estaban en Irak, tal y como lo había prometido en su campaña electoral. Pero obviamente al líder del PSOE no se le puede pedir más, su liderazgo se ha venido a menos, al punto de mandar a su propio partido a la cocina del autobús, en las pasadas elecciones regionales de ese país. El pobre ha llevado mucha leña y sino que lo digan “los indignados de España”, que claman por justicia, empleo, seguridad.
¿Y por qué no habla el rey de España?… ¿Por qué calla?. Es simple, porque el tema de Libia mejor lo dejan a las mujeres. La ministra española de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, quien estuvo en esa reunión con la señora Clinton, aseguró: “tenemos que intensificar la presión sobre el líder libio para que abandone el poder”.
En el encuentro de Abu Dhabi, El llamado “Consejo Nacional de Transición libio (CNT)”, por su parte, el encargado de petróleo y finanzas, Ali Tarhouni, dijo, “los rebeldes esperan reanudar su producción y llegar a los 100 mil barriles diarios, sin embargo, no detalló una fecha exacta”. Es decir que los “rebeldes” tienen un gobierno paralelo en torno al petróleo. Que locura.
El líder opositor asegura, “los insurgentes libios prometieron aumentar su producción de petróleo y revelaron que han obtenido una ayuda de 400 millones de euros por parte de Italia”.
Todo indica que el plan del reparto de Libia está sobre la mesa, a costa de miles de muertos inocentes. Y la sentencia a muerte de la señora Clinton contra Gadaffi nos hace ver un final tenebroso. Ojala y no se filtre un celular con cámara fotográfica, para no ver, como pasó con Hussein, un ahorcamiento o algo por estilo.
Lo que si es más que claro es la desesperación por las crisis financiera de estos países que se llaman G8, que pica y se extiende. Así como Clinton y obviamente Obama y su gobierno, amenazan al mundo para arrebatar lo que no les pertenece, o inferir en soberanía de los países- tal y como lo hicieron con el anuncio de sanciones contra Pdvsa-el imperio se nos muestra tambaleante de moral, inhumano y despiadado, lo que alienta la rebelión de los pueblos.
Por eso que los pueblos de Latinoamérica se asquean cada vez más del mentado “sueño americano”, que ha sucumbido al planeta en un desastre ambiental y financiero descomunal, con su capitalismo aberrante.
Falta saber si Muammar Gaddafi será exhibido como un gorila mutilado. La Clinton y el Obama pasaran a la historia como los caligulas de un imperio en decadencia.
Leonjudi@hotmail.com
Periodista