Mucha atención con los niños que roncan

Por Qhacerconninos @QHacerConNinos

Aunque nos pueda sorprender, muchos niños , entre el 1-5 %, con edades comprendidas entre los 3 y 8 años, roncan. Y esto no es baladí. El ronquido es uno de los síntomas más frecuentes de trastorno respiratorio del sueño (TRS) en poblaciones pediátricas por lo que debe ser valorado por un especialista. Así lo advierte la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello con motivo del Día Mundial del Sueño que se celebra el próximo 18 de marzo. El síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS) infantil es un tipo de TRS que altera el crecimiento craneofacial y el desarrollo de funciones básicas como la masticación y la deglución, además de afectar a la calidad de vida de los pacientes por sus múltiples consecuencias.

Hay que ir a un especialista si el niño ronca tres veces a la semana

"Los padres deben consultar con el especialista si su hijo ronca tres noches por semana, realiza un sonido de carácter intenso y se produce sin ir asociado a un proceso catarral", explica el doctor Peter Baptista, presidente de la comisión de Roncopatía y Trastornos del Sueño de la SEORL-CCC. Además, este especialista advierte de que los niños con apnea pueden presentar una fisonomía característica. "Se verán caras alargadas, con una falta del desarrollo del tercio medio facial, y un mayor crecimiento del tercio inferior (la mandíbula) de forma asimétrica", apunta.

Las causas de los TRS en la edad pediátrica son multifactoriales. "Los factores anatómicos, craneofaciales y neuromusculares, el exceso de tejido linfoide y la inflamación de las vías respiratorias son los componentes más críticos. La hipertrofia de adenoides (vegetaciones) y amígdalas es más prevalente entre los 3 y los 6 años, y están fuertemente relacionadas con el AOS en niños", comenta este otorrinolaringólogo.

"La ausencia de respiración nasal en los niños puede inducir una alteración del crecimiento craneofacial y del adecuado desarrollo de otras funciones, como la masticación y la deglución. Para permitir la respiración en presencia de una obstrucción nasal, se produce una corrección de la posición de la cabeza y la mandíbula, que influye directamente sobre la tonicidad de la lengua y los músculos orofaciales", explica el doctor Baptista.

Genera importantes trastornos en el crecimiento

El SAOS es un tipo de trastorno respiratorio del sueño (TRS) caracterizado por una obstrucción parcial y/o completa de las vías respiratorias superiores. Afecta del 1 al 5% de todos los niños, y su pico de incidencia se encuentra entre los 3 y los 8 años. Además es más grave en niños que en niñas debido a la morfología craneofacial. "Se trata de un trastorno muy importante. Está implicado entre otros en disminución de la calidad de vida, enuresis, retraso en el aprendizaje, bruxismo, problemas conductuales, psiquiátricos, neurocognitivos, cardiovasculares, metabólicos, anomalías endocrinas y del crecimiento", recalca el doctor Baptista.

El 70% de los niños presentan maloclusión dentaria

A nivel interno se pueden apreciar cambios en la arcada dentaria superior e inferior y en la posición de la lengua. Lo que provoca una maloclusión dentaria. Se calcula que el 70% de los niños presentan alguna desviación de la oclusión ideal de los dientes, y alrededor del 30% necesita tratamiento odontológico para corregirlo.

La sobremordida, la mordida cruzada, o el apiñamiento dentario son otros diferentes tipos de maloclusión. " La alteración visible más común en estos niños son los dientes torcidos. Un niño debe respirar la mayor parte del tiempo por su nariz, tener la lengua tocando el paladar cuando tenga la boca cerrada y no roncar de manera repetida. Si estos hechos no se producen, ocasionará consecuencias en su desarrollo dentofacial", apunta el doctor Baptista.

La cirugía suele ser el tratamiento más indicado para corregir la respiración en los niños aunque no siempre se soluciona de forma completa. En el caso de que tras la intervención quirúrgica, el paciente mantenga la respiración oral, "es importante examinar al niño en busca de congestión nasal, incluidas las desviaciones del tabique o la rinitis alérgica" confirma este experto.