No hay mejor forma de comenzar febrero que volviendo con conciertos de calidad en Oviedo, y máxime con una orquesta alemana en manos de un titular británico en su última temporada con ellos, y con claro "sabor operístico" ahora que cerramos temporada.
El programa que la Orquesta Sinfónica de la Radio de Stuttgart trajo a Oviedo (pasando primero por Las Palmas) comenzaba nada menos que con la Obertura de El cazador furtivo de C. M. von Weber, buena manera de abrir boca y presentando credenciales con una disposición vienesa que sigue gustándome para la acústica del auditorio, y un sonido consistente donde todas las secciones suenen uniformes para conseguir ese "sello Deutschland" que es inimitable, más en un repertorio que podemos considerarlo como suyo. Los distintos cambios de tempo dejaron masticar los silencios (pese a la poca profesionalidad de los fotógrafos incapaces de enmudecer los disparos en sus cámaras digitales) y disfrutar con las melodías tan características que cantarán posteriormente los personajes, en ese ambiente que va de lo pastoral a lo lúgubre bien reflejado en los planos sonoros perfectamente guiados de memoria or Sir Roger.