Un grupo de investigadores de la Universidad de Temple (Estados Unidos), concluye que muchas aplicaciones educativas para niños no son lo que parecen, no resultan nada beneficiosas y se llegan a comparar con la comida basura o fast food. Los expertos advierten que la mayoría de las 80.000 aplicaciones educativas que se ofrecen en la tienda Apple, podrían incluso llegar a perjudicar a los niños.
Se hace creer a los padres que estas aplicaciones que se pueden descargar desde algunas plataformas, ofrecen una experiencia real de aprendizaje, pero en realidad son “dulces digitales”, con esta comparativa se pretende destacar que este tipo de Apps son tan perjudiciales como la comida rápida o los productos con un elevado contenido en azúcar, algo que favorece el sobrepeso y la obesidad.
Los investigadores apuntan que quizá muchas de estas aplicaciones educativas no serán perjudiciales, pero lo único que hacen es aportar más distracción a los niños sin que resulten positivas para su desarrollo. Los expertos han identificado una serie de características de estas aplicaciones para que padres y educadores conozcan si una determinada App se debe descartar, además estas recomendaciones servirán para identificar aquellas que sí son educativas y de gran calidad.
Hay que tener cuidado con la información que acompaña a las aplicaciones supuestamente educativas, la razón es que muchas Apps no están reguladas y cualquier desarrollador puede incluirla en la categoría de educativas cuando en realidad no lo son. A continuación podéis conocer cómo se puede detectar una App que tenga o no los valores educativos deseados:
Hay que evitar esas Apps que captan la atención de los niños a través de actividades pasivas y que son repetitivas, en su lugar hay que buscar las que requieren realizar un esfuerzo mental real y que dependen de la participación activa de los niños.
Es necesario descartar las aplicaciones que cuentan con un gran número de distracciones, como por ejemplo los efectos sonoros, en su defecto se deben buscar aquellas Apps cuya línea de trabajo muestra un compromiso con la tarea en cuestión que se debe realizar.
Las Apps deben proporcionar una conexión entre los conocimientos de los niños y la nueva información que la aplicación aporta, de este modo se ayuda a los niños en la adquisición de la información de una forma más coherente.
Buscar Apps que fomentan la interacción social a través de la conversación, la competitividad y el debate. También hay que descartar aquellas Apps que dictan a los niños lo que deben aprender, en su lugar se deben utilizar aplicaciones guiadas que ayuden a los niños a descubrir la nueva información por sí solos.
El grupo de investigación de la Universidad de Temple quiere que su trabajo se pueda usar como una guía para localizar las aplicaciones educativas de calidad para la infancia, con ella podremos introducirnos en el universo de la App Store e ir descartando las aplicaciones que no cumplan los criterios mencionados. Los expertos apuntan que el hecho de que en el contenido de una App supuestamente educativa, aparezcan letras o números, no significa que realmente tenga un valor educativo, por ello se aboga por utilizar el sentido común, algo que ayudará a discernir con más facilidad.
La investigación realizada ha sido publicada en la página web de la revista científica Psychological Science in the Public Interest, os recomendamos leerla dado que la información que aporta es interesante y valiosa.
Foto | Honza Soukup
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Muchas aplicaciones educativas para niños no son nada beneficiosas