Hace ya más de un año, estuve Londres y viví una de las experiencias más “excitantes de mi vida”: ME DESALOJARON DE UN MUSEO. El susodicho en cuestión era el Museo de Ciencias Naturales, el cual me hacía mucha ilusión ver (¡infeliz…!). Y, como ya he dicho en algún post, no es que yo sea una gran amante de la naturaleza (tampoco una terrorista), de hecho, depende del bicho me gusta o no ¡pero es que la gente te lo pone “tan” que dices “pues ya que estoy aquí tengo que ir”! (si quiera “pa” contarlo). Me pasó lo mismo que cuando voy a ver una película que tiene una crítica excelente y encima todo el mundo dice que está muy bien; cuando acaba (casi) siempre digo: … pues tampoco es para tanto… ¡y eso es precisamente lo que me molesta! Seguro que si nadie me hubiese dicho nada, no me hubiese creado tantas expectativas y la hubiese disfrutado más. Bien, pues con este museo me pasó lo mismo. Cualquiera que te hable de él lo primero que te nombrará son a los dichosos dinosaurios. ¡Casi todos son de mentira! La inmensa mayoría son réplicas de plástico, yeso o vete tú a saber… y, encima, tienen el morro de poner donde está el original.
MUCHO LIRILI Y POCO LERELE (100% OPINIÓN PERSONAL), por Piti Ferrer
Publicado el 10 febrero 2013 por Catalega @CatalegaHace ya más de un año, estuve Londres y viví una de las experiencias más “excitantes de mi vida”: ME DESALOJARON DE UN MUSEO. El susodicho en cuestión era el Museo de Ciencias Naturales, el cual me hacía mucha ilusión ver (¡infeliz…!). Y, como ya he dicho en algún post, no es que yo sea una gran amante de la naturaleza (tampoco una terrorista), de hecho, depende del bicho me gusta o no ¡pero es que la gente te lo pone “tan” que dices “pues ya que estoy aquí tengo que ir”! (si quiera “pa” contarlo). Me pasó lo mismo que cuando voy a ver una película que tiene una crítica excelente y encima todo el mundo dice que está muy bien; cuando acaba (casi) siempre digo: … pues tampoco es para tanto… ¡y eso es precisamente lo que me molesta! Seguro que si nadie me hubiese dicho nada, no me hubiese creado tantas expectativas y la hubiese disfrutado más. Bien, pues con este museo me pasó lo mismo. Cualquiera que te hable de él lo primero que te nombrará son a los dichosos dinosaurios. ¡Casi todos son de mentira! La inmensa mayoría son réplicas de plástico, yeso o vete tú a saber… y, encima, tienen el morro de poner donde está el original.