Debo reconocer, que mis dos primeras ocasiones de "relevancia" en las que tuve que hablar en público, llegaron en circunstancias muy distintas... la primera estaba superprepado, sabía y dominaba todo lo que iba a decir y el tener el dominio de la situación, me hacía sentir muy seguro.
La segunda fue totalmente diferente... de improvisto me nombraron algo así como el conductor de los parlamentos de la Dirección de una empresa ante sus casi 300 empleados. Tuve una hora para prepararme... nada... me dijeron el orden de los parlamentos y me puse a improvisar... echando mano del humor (riéndome de mis fallos), una vez pasada la parte seria, y todo salió fenomenal...
Eso sí, libros sobre consejos... a patadas... algunos trucos funcionan para gente nerviosa, pero esa no es la clave, dotes aparte... La glosofobia es el término que denominan a esta fobia a hablar en público, cosa que no es para reírse... desde un ligero nerviosismo a paralizarte y darte un ataque de pánico... no es broma... Queda muy bien escribir eso de "los diez consejos para"... "diez trucos con los que"... pero aunque todos se basan en información común y muy cierta, dicho sea de paso, uno puede llevar el tema del que vas a hablar, muy dominado y estudiado, pero ante el micro y gente mirándote... te puedes quedar en blanco, total o parcialmente... Aquellos que hablan de organizarse, ensayar, centrarte en alguien fijo del público, o en tu material... incluso lo de visualizar el éxito de la oratoria... pueden ser pequeñas ayudas motivantes pero nada más... Y nada de fármacos ni de cosas raras!!! al final se vuelven contra tí... He criticado los arquetipos que aconsejan para superar esta fobia, desde mi opinión, sin tener en cuenta ni conocer los aspectos físicos y psíquicos... y no he aportado nada... Esto lo he hecho porque yo también he leído muchos libros y experimentado esas y otras técnicas... pero al final estás tú, un micro, un público que espera tu locución... y aunque no le temo al micro, al contrario, puede que me guste en cierta manera, sólo me he basado en dejar a un lado la vergüenza, "echarle morro", con seguridad y firmeza... y valor, y al toro...