Y es que los actores están sobresalientes. Empezando por los dos chavales, Tye Sheridan, y Jacob Lofland, demuestran un gran trabajo, son completamente creíbles, actúan con total naturalidad, y me quedo corto. Sin duda, son dos nombres que hay que seguir muy de cerca, pues si continúan en sus futuros trabajos como en esta película, tienen un futuro muy, pero que muy prometedor. Y como Mud, tenemos a un gran Matthew McConaughey, brillante en su actuación, que establece una especial química con los chavales, que hace que traspase la pantalla. Pero el reparto no se queda hay, pues tenemos también al siempre efectivo Sam Sephard, y Michael Shannon y a una más que correcta Reese, Witherspoon.
Una película, que me ha dejado un muy buen poso, de esas que seguro recuerdo para siempre. Puede parecer una película de aventuras de adolescentes, pero va más allá, pues esa aventura (que sí esta presente), es un bonito disfraz, que envuelve un intenso drama. Sin duda, la recomiendo. Lo que no comprendo, es como se les pudo pasar esta película para tener alguna nominación en los Oscars del año pasado.